Los pelusones nos atacan

Y se manifiestan para conseguir básicamente un justo precio de producción que haga que ellos puedan seguir viviendo de sus explotaciones y nosotros deleitándonos con la magnífica variedad y calidad de sus productos.

El viejo problema de la distribución aflora, siempre nos ha faltado a los andaluces la industria de la transformación y marketing, y ahí es donde el margen vuela a manos extranjeras y concentradas .

Pero hay un peligro que desafía la sostenibilidad de nuestro campo con mucha mayor fuerza y es el cambio climático , y sus múltiples efectos en plagas y cultivos.

Estos días verán como unos bichos peludos, la «ocnogyna baetica» , vamos la oruga peluda , nos han perdido el respeto totalmente, pululan por doquier y si te descuidas durmiendo a la sombra en el campo o parque, se te suben por el cuerpo sin ningún pudor.

Tienen un ciclo que tras las lluvias de otoño , ahora en febrero las orugas salen de sus telarañas blancas muy reconocibles, y devoran hierbas asolando en modo plaga cultivos como nuestras vides de Montilla, sobre todo si están brotando en ese momento, herbáceos, pastos, y dando una lata en los jardines tremenda. Cada año es mayor su extensión, es propia del sur de España , y su virulencia .

Añadamos la temida plaga de la «xylella fastidiosa» ,bacteria declarada por la Comisión Europea como la número 1 en mayor potencial destructor, siendo los sectores más amenazados olivos, viñas y almendros, y masas forestales de gran valor ecológico, casi nada, la base de nuestra economía cordobesa.

¿Y cómo nos estamos preparando para retos como la subida de temperaturas, la escasez de aguas, las plagas, la química en nuestros alimentos que tantos efectos perversos causan en nuestra salud?

Pues exportando lo mejor que tenemos a quien lo puede comprar margen que se lleva el distribuidor, y comprando internamente lo barato de fuera que no tiene iguales controles de calidad.

Otros países mientras apuestan por la tecnología y la investigación y transforman desiertos en vergeles, llevan a cabo políticas energéticas limpias e innovadoras, reciclan dando lugar a una gran economía circular que crea empleo, llevan controles de calidad etiquetado e inspecciones sanitarias exhaustivas, hacen reforestaciones, limpian sus ríos y mares, purifican su aire, y velan por la sostenibilidad de sus poblaciones, se ocupan de que el campo tenga futuro con población atraída por la investigación y nuevos métodos de cultivo, porque si no ya mismo tendremos que comer revuelto de orugas pelusonas porque nuestros agricultores se habrán arruinado y se dedicarán a cobrar el PER .