Soy Cordobita
Pandemónium
Los trocitos autonómicos bracean en la piscina de las competencias para no ahogarse con el muerto lastre central
Pedro Sánchez, en una comparecencia esta semana
PANDEMÓNIUM: dícese de la reunión de demonios y lugar en el que hay gran confusión, ruido y griterío , tal es el estado de la nación. El hachazo al turismo español ha dejado desangrada la arteria mayor puesto que el Gobierno central es ... inexistente y no ha hecho nada por canalizar a ingleses y alemanes a sus destinos, dejó abierto los aeropuertos cuando la pandemia se extendía desde China, y los cierra cuando tiene que entrar el turismo, o deja que se los veten.
Hablar del terrible daño que la falta de preparación de este gobierno malcompuesto y falto de miras por el interés del país , que solo piensa en mantenerse en el poder pactando con el diablo y que pasará a la historia por desenterrar a Franco , es un ejercicio que revuelve el estómago, pero para mí es el verdadero pandemónium, peor que el virus cien veces cien, y me llena de impotencia ver cómo se dificulta quitárnoslo de encima.
Los trocitos autonómicos bracean en la piscina de las competencias para no ahogarse con el muerto lastre central, ya contrato tantos profesores, ya tantos limpiadores, ora salgo diciendo que la vuelta al cole es segura , ora amenazando que los padres que no lleven a sus hijos al cole tendrán más penas de cárcel que un etarra, ya me puedo reunir con 20, 10, 7 o 3, ya cierro los bares a las 12, las 1 o las 3.
Los alcaldes en bañador azuzan a sus segundos desde las playas, los más valientes asegurando que las limpiezas en los colegios estarán fetén a tiempo, los más cobardes tuiteando fotos en bañador.
El reino de la descoordinación está servido haciendo estériles muchos esfuerzos buenos , que también los hay , que aquí te hacen una huelga de la enseñanza sindical a la comunidad que más medidas toma, pero cuyo compleja densidad poblacional hace que sea imposible gobernar por la falta de cooperación de las distintas administraciones y las guerras políticas, y de la sanidad no hablamos porque como el sector se ponga en huelga, motivos tienen, sí que vamos a llorar.
El estado de alarma lo tenemos que poder decretar los ciudadanos ante tanta ineficacia en la gestión de la crisis, deberíamos poder tener un poder para convocar elecciones de un gobierno de concentración con lo mejorcito de cada casa que rodeado de buenos técnicos tuviera mando único para dictar medidas homogéneas en todo el territorio para su mejor efectividad. Entonces, la confianza del ciudadano y de las instituciones extranjeras mejoraría los mercados y la buena marcha de la recuperación económica. Porque salir de esta crisis implica invertir más que gastar en la maltrecha investigación que repatríe a nuestros talentos científicos , pilares de los nuevos sectores productivos sobre los que tenemos que cimentar el país,y base de la tecnología al servicio de la sanidad, educación e industria, y convertir ertes e ingresos mínimos vitales en minijobs que refuercen sectores como la limpieza y desinfección, cuidado de mayores y niños en cuarentena que no puedan ir al cole, profesores de refuerzo, enfermeros y médicos de refuerzo, recolección en el campo, limpieza de montes...
Asignar eficientemente los recursos y aplicar el principio de los vasos comunicantes detrayendo recursos de sectores improductivos hacia los productivos es la labor del buen gestor, es la hora del gobernante que gobierna y se arriesga valientemente a ejercer y no esconderse tras las faldas alborotadas de las competencias porque si no el pandemónium está servido.
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