Encuentros en la tercera fase

Vemos por la cubierta muchos grumetes corriendo de proa a popa como pollos sin cabeza, agitando las manos y gritando, y el pasaje, unas veces vomita, otras se marea y hasta hay algunos que se tiran por la borda al no poder soportar más.

No hay nada peor que la incertidumbre , porque no se genera confianza, ni se puede hacer planes de ningún tipo, y si para colmo el capitán te da órdenes contrapuestas, tenemos que en lugar de llegar a buen puerto, nos quedamos a la deriva sin rumbo alguno.

De resultas tenemos que la tripulación se rebela porque la injusta situación hace que se cuestione la autoridad vigente , y el pasajero del barco lo único que ansía es que le lleven a un puerto cercano y seguro.

En España estamos sufriendo una penosa gestión política que hace que se agudice la crisis brutalmente y que reúne todos los ingredientes para lastrarnos hasta el fondo del mar. Un gobierno en precario que subasta cada medida al mejor postor, aunque sea el mismo demonio, y una imposición de órdenes que más bien parecen ocurrencias contradictorias y expedidas por gente sin formación ni preparación para siquiera ir en una barquita. Es el surrealismo más extremo que sonroja e indigna hasta el punto de originar la rebelión a bordo.

Este sábado se ha podido comprobar que Córdoba, y toda España, se ha echado a la calle para manifestarse en coche para pedir la dimisión del peor gobierno de la historia de España, la iniciativa ha sido de Vox , pero aglutina la indignación de miles de ciudadanos de todas las tendencias ante la cuesta abajo que se nos avecina.

Las banderas de España han teñido con su rojo las calles para recordar los miles de muertos a los que no hemos podido enterrar ni honrar, los miles de trabajos y empresas desaparecidos, la cantidad de proyectos hundidos debido a la mala gestión de la crisis sanitaria y que lleva a la económica y las miles de desesperanzas que impiden la rápida recuperación.

En Córdoba como en España, tenemos innumerables empresas que han dado un paso adelante ante la inacción del gobierno , y muchísimos ciudadanos que con sus iniciativas privadas se han coordinado para ayudar y tenemos una sociedad solidaria que se organiza para llevar ayuda a los más desfavorecidos.

¿Qué nos falta? Un gobierno de concentración nacional con lo mejor de cada casa y rodeado de expertos, de verdad, que planifiquen certeramente la salida de la crisis, organización coordinada con las distintas administraciones para que temen todos a una, una férrea disciplina en el cumplimiento de las medidas, y un impulso inversor que sea motor de un nuevo modelo económico para España, que dé el salto desde el turismo y la agricultura, a los sectores de la energías limpias, el reciclaje, la recuperación de espacios ecológicos para la diversidad, la biotecnología, la investigación sanitaria y la obra pública que serán motor de trabajo y del encuentro en la tercera fase de una España que se durmió y que anteayer rugió como nunca.