El Ximénez soprende al Rioja (30-26)

En la primera parte, el partido ha ido a tirones . Puesto que el equipo entrenado por Cabanas no comenzaba bien. Imprecisiones y ataques demasiado rápidos habían permitido que el Rioja, liderado por el pontanés Luisfe, se marchara en el marcador hasta de cuatro goles (4-8).

Esa coyuntura había provocado un tiempo muerto del burgalés en un equipo que se iba sosteniendo gracias al lanzamiento exterior: Rudovic, primero, y De la Sierra, después. Aunque algo había cambiado. El Ximénez defendía mejor y Oliva se había agigantado hasta el punto de que se había pasado al empate a 8.

Inicialmente, el Rioja había impuesto de nuevo su teórica superioridad con una nueva ventaja de dos goles que pudieron ser tres si Rocas no se topa con Oliva en un siete metros que podía suponer una ventaja de tres. Y eso espabiló por completo al Ximénez que pocos minutos después volteaba el marcador del 10-12 al 16-12 para enfado monumental del banquillo logroñés. Al lanzamiento exterior se unía Paraja. Sin embargo, en 90 segundos el Rioja había facturado tres goles, mientras que en siete no vio portería. Camino del descanso, un 16-15 .

Lejos de hundirse, el Ximénez ha interpretado mejor el arranque del segundo episodio . Su defensa tenía colofón en Oliva, lo que ha dado pie que el partido se marchara hasta una distancia de cinco goles 20-15, algo que había empezado a desesperar a Jota González. De hecho, el técnico riojano había agotado pronto sus tiempos muertos.

Y es que el Ximénez seguía creciendo en el marcador hasta el punto de que su ventaja se fijó en seis e incluso pudo ser siete goles. Como sucedía en la primera parte, un siete metros y una superioridad, que no se saldó bien porque Kapelin paró el lanzamiento de Alexis y el parcial de los dos minutos había finalizado con un 0-1.

A partir de ese momento, el partido se había tensado. El Rioja, incluso con variante de siete jugadores de campo y cambios a defensas más presionantes, trataba sin éxito de acercarse. Pero el Ximénez había mantenido la calma para llegar a la recta final en la cómoda frontera de los cuatro goles. Con todo, Oliva siguió parando para desesperación de un Rioja que fue ajusticiado por dos tantos de Cuenca . La pasión pontana también se vivió en el Pabellón Miguel Salas porque la permanencia se ve un poco más cercana.