Venezolanos en Córdoba: «El país sobrevive por la entrada ilegal de medicamentos»

Para entender lo que sucede, según Schulz, hay que retrotraerse unos años atrás. Esta venezolana que llegó a España en 2002 explica que el presidente Nicolás Maduro , «si se le puede llamar así», ha boicoteado su propia Constitución y no ha permitido la renovación de órganos que deberían ser imparciales pero que a su juicio están «secuestrados» por el gobierno venezolano, como el propio Tribunal Supremo o el Consejo Electoral. Por eso niega la validez de las últimas elecciones, que dieron la victoria a Maduro, porque considera que los comicios no son válidos. « Están bajo el control del gobierno . En Venezuela no se vota como en España: todo está informatizado y no da garantías, está bajo su control», afirma. ¿Y el papel de los observadores internacionales ? Schulz expone que son países «amigos» como Cuba , Nicaragua o Rusia y que otros como España han rechazado los resultados de esas elecciones.

Con ello, dice, el mandato de Maduro ha expirado. Y la oposición, que tiene la Asamblea Nacional , ha nombrado a un presidente. A su parecer, y al contrario de los «rumores» que corren, «ni se ha "autoproclamado" ni hay un golpe de estado. Se ha acogido al artículo 233 de la Constitución, que lo permite cuando existe un vacío en la presidencia». Para salir de la situación actual, dice, no bastará con repetir unas elecciones que a su juicio vienen falseadas de fábrica: hay que volver a 2015 y permitir que se haga realidad una separación de poderes que permita una democracia real. «El problema de Venezuela no es el petróleo o los intereses económicos. Es un gobierno que no se rige por la Constitución que el propio Chávez aprobó», dice.

Los inmigrantes (ellos prefieren llamarse « exiliados ») atienden a lo que sucede en Venezuela con horror. «Todos tenemos familiares allí, y somos nosotros quienes tenemos que informarles de lo que está pasando, porque mientras hay tiros en la calle, en la televisión ponen programas de cocina. Sabemos que el Ejército no tiene piedad , lo dirigen afines a Maduro. Y la tasa de criminalidad allí es alta por la falta de alimentos y medicinas». Schulz explica que ahora, en su país natal, enfermar es una sentencia de muerte . El gobierno, dice, lo traslada a la guerra económica con países como EEUU, pero la realidad es que «el país sobrevive por la entrada ilegal » de medicamentos que les hacen llegar los exiliados. «Allí no hay nada, la corrupción ha acabado con las industrias expropiadas, y comprar al exterior es una odisea». También advierte de que hay mafias controlan algo tan importante como la expedición de pasaportes. «La pesadilla no acaba cuando te vas de Venezuela», lamenta.

Los primeros apoyos a Juan Guaidó , el líder de la oposición venezolana, han llegado por parte de gobiernos tan cuestionados como el de Trump o Bolsonaro . Para Schulz, no es un problema. «Prefiero el reconocimiento de presidentes electos antes que el de otros como Rusia o Cuba, que dejan mucho que desear en cuanto a derechos humanos», dice, para a continuación pedir « apoyo de la comunidad internacional , porque no hay duda de que Venezuela se ha convertido en una dictadura». A su juicio, la situación ha empeorado con respecto a la que había años atrás, cuando Hugo Chávez era aún el presidente. «Yo no soy chavista, pero está claro que él no hubiera permitido esto. No consentiría una hambruna ni que una gripe se convirtiera en una enfermedad terminal. La mala gestión del país y la corrupción han llevado a esta situación. Nicolás Maduro ha hecho bueno a Hugo Chávez », zanja.