Valle García, directora gerente del Hospital Reina Sofía de Córdoba: «Ahora sabemos a qué nos enfrentamos»

Es usted directora gerente desde 2017. ¿El hospital perdió a una médica y ganó a una ejecutiva?

Yo soy médica. Lo llevo en el corazón. Y soy muy cercana a mis pacientes. Cuando miro hacia atrás, me emociono.

¿Y Valle García qué ha perdido?

Creo que no he perdido nada. He ganado mucho. He tenido la oportunidad de conocer a personas de las que he aprendido muchísimo. He adquirido conocimiento y he llenado mi mochila de experiencias.

¿El éxito de su gestión solo se mide en cifras?

No solamente. Lo primero es que es el éxito de un equipo. Tenemos mucha suerte con el hospital. Hay profesionales con sentido de pertenencia. Que tienen un vínculo con la ciudad. Y eso es muy importante. Hacemos una piña y sabemos trabajar en equipo . Y luego hay que ejercer el liderazgo con corazón. Esa es la mejor manera de conseguir resultados

Recibió el premio a la mejor gerente de España. Cualquiera le tose a usted

La verdad es que fue un reconocimiento que me llenó de orgullo. Estoy muy satisfecha, sobre todo, por el equipo. Fue un premio para todos.

Dirige usted una empresa de casi 6.000 trabajadores y un presupuesto de 370 millones de euros. ¿Tiene vértigo?

Tuve al principio. Tampoco me sentía en campo ajeno, porque conocía el hospital. La parte no asistencial era una desconocida para mí. Gracias a ella se levanta la persiana todos los días. Es la parte que más me impresionó. Todos los días nos enfrentamos a situaciones difíciles, como la pandemia. Miedo e incertidumbre tenemos siempre . Y eso es bueno. Si no nos caemos, no nos levantamos.

A las 8 de la mañana cruza por la puerta del Reina Sofía camino de su despacho. La jornada galopa a todo trapo . Reuniones, informes y el teléfono echando humo. Le gusta visitar personalmente cada servicio para tocar los problemas con los dedos de la mano. «Así eres capaz de entender mejor las cosas», aduce.

A mediodía come en el despacho. Se lleva el táper de casa y aprovecha para serenar la mente y metabolizar las tensiones del día. Si las cosas marchan bien, sobre las siete o las ocho de la tarde sale por la puerta en dirección a su casa. Entonces llega el momento estelar: cenar con su hijo de siete años y entregarle un tiempo de oro antes de meterlo en la cama.

Ahora hay en Córdoba 65 hospitalizados y 4 en la UCI. ¿Estamos preparados para la segunda oleada?

Estamos asistiendo a un incremento de casos confirmados. La mayoría son jóvenes y asintomáticos. Este aumento se debe al gran trabajo de rastreo y diagnóstico precoz.

¿Estamos preparados?

Hemos aprendido mucho. Sabemos dónde están nuestros puntos fuertes y también los débiles.

¿Hay razones para preocuparse?

Lo que hay son razones para ocuparnos. Hay que hacer un llamamiento a la responsabilidad individual. La sociedad ha demostrado que sabe hacerlo y ha sabido responder. Tenemos que tratar entre todos de parar el virus y, sobre todo, ahora con la escolarización de nuestros hijos. Concienciar del uso de la mascarilla, la limpieza de manos y evitar aglomeraciones . Y, dentro del hospital, no se puede parar la actividad. Los pacientes «no covid» también nos necesitan.

¿Qué errores no se van a volver a cometer en otoño?

Antes no sabíamos a qué nos enfrentábamos. Y ahora tenemos la confianza de saber a qué nos enfrentamos.

¿Sabe qué hay detrás de esta oleada de rebrotes?

Hay más casos porque nos estamos moviendo. También hay un gran trabajo de rastreo y se están haciendo más pruebas diagnósticas. Hay muchos casos confirmados pero no van en relación con el número de pacientes . Antes era al revés: había más ingresos y menos casos confirmados.

¿La nueva normalidad era esto?

Sabíamos que el virus iba a estar entre nosotros. Pero lo esperábamos en el mes de octubre. Se ha adelantado.

¿Nos pilla de improviso?

No.

¿La pandemia ha puesto la sanidad pública en su sitio?

Tenemos grandes profesionales que hacen un gran trabajo. Debemos valorar lo que es un sistema público y hacer un uso racional de los recursos.

¿Había limitaciones en el sistema sanitario?

Pues este momento nos está sirviendo para tratar de mejorarlo. De todo esto se aprende. Y nos está sirviendo para innovar, tanto a nivel organizativo como funcional. Nos tenemos que adaptar a las nuevas circunstancias. Hemos aprendido muchísimo.

Los negacionistas dicen que la pandemia es un montaje urdido por la dictadura científica para controlar a la humanidad.

Ya están los colegios profesionales con este tema. Ha habido mucho sufrimiento y no se puede jugar con esos sentimientos . Estamos ocupando mucha parte de nuestro tiempo para vencer a este virus y deberíamos remar todos en la misma dirección para volver a una normalidad que será siempre diferente. Y no vamos a parar.

¿Qué le pide usted al consejero?

Fundamentalmente que esté al lado de los profesionales. Es una persona cariñosa y cercana. Es médico y sabe de qué habla. Teníamos que reformar espacios para mejorar la atención de los pacientes. Y se van a invertir 5 millones.

¿Qué han aprendido de la competencia?

De todo aprendemos siempre. Todos tenemos nuestras debilidades. Y debemos copiar lo bueno que tienen los demás. Hemos convivido juntos durante la pandemia, con dos reuniones a la semana. El nivel del hospital es alto en cartera de servicios y prestaciones. Competencia no tienes en ese sentido. Y luego que cada uno elija entre las opciones que hay.

¿Qué hará cuando se baje de la sala de máquinas de este trasatlántico llamado hospital Reina Sofía?

Me gustaría volver a ejercer la medicina y el trato cercano al paciente. Es mi vocación.