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La cera que arde

La vaca

Tampoco es necesario ser el tío raro que atropella reses

Rosa Aguilar, durante la presentación de la lista socialista al 2-D RAFAEL CARMONA
Rafael González

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EL sábado pasado me encontré con una vaca. Esto en sí mismo no es un hecho significativo salvo que yo circulaba por la N-432 y lo hacía en un turismo. La vaca no. Ella iba a su bola. ¿Qué hacía yo cerca ... de Cerro Muriano ? Sinceramente no lo sé. A veces conduzco por inercia porque ya me he habituado. Llevo una vida muy loca y emocionante sobre cuatro ruedas buscándome la ídem y aunque respeto los límites de velocidad, procuro ir más rápido que el Estado y el Ministerio de Hacienda , nuestros verdaderos perseguidores. El caso es que allí estaba la vaca, delante de mí, un atropellador de vacas en potencia. Lo que me faltaba para aumentar mi leyenda: el tío raro que mata vacas.

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