Los testimonios de los transportistas de Córdoba | «El gasoil se elevó un 60%. Ha habido que subir tarifas»

Esta situación, sigue, ha hecho que hayan pasado en Solavance de que en diciembre de 2021 el gasoil representara «entre un 32%y un 35% de los costes a que ahora suponga más del 50%».

Su gerente expone de forma gráfica lo sucedido: «Teníamos la flota por toda Europa cargando y descargando y de pronto sube un 60% el precio del combustible. La pasada semana, estuvimos perdiendo dinero a cada servicio que se hacía». Explica que las empresas «hemos tomado medidas y hemos puesto precios que han mitigado un poco ese aumento». «Nosotros hemos tenido que subir las tarifas», dice, recordando que ello siempre conlleva temor de perder parte de la clientela .

El problema añadido es que esta semana arrancó el paro convocado por la Plataforma de Defensa del Transporte y, ante los piquetes, «hemos tenido que paralizar la flota. Este tiempo, los transportistas no vamos a facturar».

De vuelta al precio de los combustibles , el gerente de Solavance señala que «se ha paralizado un poquito la subida». «Parece que se está conteniendo algo, pero sigue siendo un precio muy alto», advierte. «Lo que nos trasmiten los comerciales es que no volveremos a los valores de final de 2021 . Además, estamos escuchando que el Gobierno va a intervenir y hacer una rebaja, pero, si la hace en el IVA , a nosotros no nos beneficia», añade.

Si se alarga este marco de precios tan altos del carburante, «regularemos las tarifas» y habrá una repercusión de la subida del combustible sobre lo que pagan las firmas cargadoras, que, a su vez, «lo imputarán al consumidor final. Eso implica un aumento generalizado de la inflación . Sería un escenario muy negativo para la empresa ».

La cooperativa Transportes Sierra Morena es otro gran nombre propio del sector en Córdoba . Su director gerente, José Jesús Salido , explica que trabajan en el ámbito nacional. Está especializada en el desplazamiento de alimentación, pero hacen todo tipo de cargas.

Entre socios (autónomos que son los propietarios de esta compañía) y personal de oficina, suman 41 empleados y su flota, uniendo la de colaboradores fijos, es de 60 camiones.

Salido explica que, desde que estalló la guerra en Ucrania , «la subida del precio del combustible ha sido de alrededor de un 30%».

Y aporta un ejemplo práctico para que se aprecie el impacto de lo que están sufriendo: antes del inicio del conflicto bélico, «el coste medio de llenar los depósitos de un camión era de 1.600 euros. Ahora, es de unos 2.100». Eso sí, recuerda que el crecimiento del carburante, sin ser tan acusado, venía de atrás:«En el último año, su coste ha subido un 45%».

Ante este estirón en los costes, señala su director gerente, en Transportes Sierra Morena «hemos tenido que subir en el último mes irremediablemente un 10% las tarifas a todos nuestros clientes». «Pero es un porcentaje insuficiente, pues ya se venían arrastrando precios de servicio muy precarios», puntualiza.

Con la protesta nacional indefinida de la Plataforma de Defensa del Transporte , explica Salido , en la cooperativa están detenidos y, si el paro se alargara, «puede ser ruinoso para todos».

Añade que la situación financiera de esta cooperativa actualmente es «estable», pero, avisa, «ninguna empresa se puede mantener a largo plazo sin facturar». Y añade que «nuestros socios, al ser autónomos y tener que pagar las letras de sus camiones, sí que tienen problemas con este parón, a lo que se une que su margen se ha reducido debido al aumento del principal coste que tienen, que es el del combustible».

Salido asegura que «no queremos que esta subida de carburantes se alargue en el tiempo, pero por lo que estamos viviendo parece ser que sí se prolongará».

Si se dilatara la duración de esta situación, advierte el director gerente de Transportes Sierra Morena , «muchos de nuestros asociados, así como empresas del sector, estaremos abocados a la desaparición».

Juan Carlos Arcos es director de la oficina franquiciada de GLS (multinacional de paquetería) en avenida de Libia . Tienen tres furgonetas de gasoil y dos motos eléctricas. Desde que estalló la guerra, el combustible les ha subido un 42% y, aunque para las motos nota el fortísimo aumento del coste de la electricidad, esto último sigue siendo más rentable que el gasóleo.

«Podemos soportar esto porque no tenemos un gasto excesivo en gasoil», dice. Puntualiza que, «si unimos la subida del combustible con el paro [por la protesta de la Plataforma en Defensa del Transporte ]»,en marzo en su oficina «habrá pérdidas;seguro». La huelga se está llevando por delante un 80% de su negocio. «La gente encarga menos portes y previamente les avisamos de que pueden sufrir retrasos», indica Arcos . «Lo que más nos preocupa es que pueda seguir el paro», confiesa.

Egabrense de Transportes es una veterana empresa (35 años) de reparto de paquetería a nivel provincial, de la que «comen 17 familias», cuenta Jesús Luque , copropietario. Tienen 13 furgonetas y notan el impacto del alza del carburante con la guerra: «Antes, echábamos gasoil a 1,46 euros y la última vez fue a 1,89». Añade que, con la economía recuperándose, a finales de 2021 «aumentamos el precio del porte un poquito».

Pese a la brutal subida del gasóleo , no han vuelto a aumentar sus tarifas. Estos días están parados con las protestas de transportistas. Jesús Luque apunta a este periódico que la concatenación de crisis en los tres últimos lustros pesa:«Hay momentos en que se desespera uno. No salimos de una y viene otra».