Una tasa turística en Córdoba, «¿pero eso qué es?»

Ayer a mediodía el centro histórico de la ciudad bullía de turistas cámara en mano. A pesar del calor y de ser temporada baja en Córdoba, parece que el Puente de la Asunción se ha dejado sentir en el turismo, al menos el procedente del extranjero. Pero casi ninguno de los visitantes consultados por este medio conocían nada de la tasa turística, ni en Córdoba ni en ningún otro sitio. Es más, a todos hubo que explicarles las intenciones de Pedro García.

Es el caso de Patrick, un turista francés, quien asegura desconocer si ese mismo impuesto se paga en su país. El galo se preguntaba: «¿Este impuesto lo van a poner en todas las ciudades?» . Y se mostraba aliviado al saber que se trata, por el momento, de un debate incipiente sin nada cerrado aún, «porque quiero visitar más ciudades de España pero si tengo que pagar un euro por cada vez… me lo pienso». Y tras pensárselo sentencia: «No, no me gusta . Ya pagamos impuestos y hacemos gasto, ¿no?». Para Patrick, el gasto y el consumo en nuestro país, ya sea en Córdoba o en Barcelona, debería ser suficiente para cubrir cualquier otro gasto.

Una compatriota suya, Marie, se pregunta «¿pero eso qué es?» al ser inquirida por la tasa turística. Hay que explicárselo con datos, los pocos que hay. ¿Estaría dispuesta a pagar un euro por venir a Córdoba? «No entiendo nada, ¿a quién le quieren cobrar eso? ¿A los que se quedan a dormir o a los que vienen de visita?». Mejor no insistirle, aunque su conclusión es la misma que la de su paisano. «No me gusta», dice.

Mejor parece conocer el sistema el sevillano Juan José, de visita en Córdoba aprovechando el puente. Probablemente conozca el debate sobre la tasa turística porque su ciudad, la capital hispalense , ya ha abierto el melón. Pero su opinión es la misma que la de los turistas anteriores, «mal». Para Juan José, los impuestos como éste «lo único que hacen es aumentar la burocracia y la administración que tiene que gestionarlos. Al final sólo valen para pagar su propio funcionamiento», por lo que considera la tasa turística como «un timo al consumidor para sangrar al ciudadano».