El suelo industrial sin poner en carga suma en Córdoba cinco millones de metros cuadrados

En ese contexto, un informe de la Junta ha puesto el dedo en una llaga dolorosa. Córdoba dispone de cinco millones de metros cuadrados de suelo industrial en estado catatónico, «zombi». Se trata de terrenos perfectamente clasificados y, se supone, aptos para recibir inversiones. El problema de toda esa cantidad de metros cuadrados es que nunca se ha gastado un euro en ellos que no fuese para contratar a una legión de abogados, arquitectos y funcionarios que se dedicaron a elaborar los proyectos .

Tal cantidad de suelo existe teóricamente disponible que la Junta de Andalucía está empezando a aplicarlas determinaciones del Plan de Ordenación Territorial de Andalucía, conocido por sus siglas POTA. Dicho documento estableció topes para el consumo de suelo en las ciudades de forma que apostaba por un crecimiento compacto en lugar de la formación de núcleos con el objetivo de limitar los consumos desmesurados de recursos. Los promotores que quieren clasificar nuevo suelo tendrán que justificarle a las autoridades de ordenación del territorio por qué no es posible encuadrar esa nueva pieza en algunas de las existentes. El Gobierno andaluz está señalando zonas como El Álamo , La Rinconada o el Parque Industrial Levante.

La realidad es que se trata de tres situaciones tremendamente dispares que solo se parecen en una cosa: quedaron varadas en el tiempo. El Álamo es un macropolígono industrial que se debería haber realizado frente a los depósitos de CLH y que se extiende por un millón de metros cuadrados . Fue el que nació con una vocación más centrada en la logística cuando El Corte Inglés pretendía crear su almacén inteligente de distribución para el Sur de España y Portugal en Córdoba. La promotora que lo impulsó, de origen gallego, lleva años desentendida del proyecto y la empresa de distribución no tiene en mente una inversión de estas características.

La Rinconada, junto a Alcolea , se planteó como una enorme extensión alrededor de las antiguas instalaciones de Procter and Gamble, propiedad ahora de una empresa agroalimentaria. Llegó a formar parte de los Presupuestos de la Junta mediante un acuerdo con los propietarios que ponían suelo bruto y recibían parcelas netas. Aquel acuerdo acabó desbaratado por la imposibilidad de la Junta de acometer una inversión que se cifraba en unos setenta millones de euros .

El Parque Industrial Levante es de promoción directamente municipal sobre unos 900.000 metros cuadrados. Se encuentra al mismo pie de la autovía en el gran espacio de terreno que quedó entre las parcelaciones de las Quemadillas . La empresa municipal Procórdoba llegó a tramitar una ordenación de los suelos que están en manos de propietarios privados y públicos, particularmente la Consejería de Medio Ambiente. Aquella ordenación no estaba pensada para grandes parcelas que es lo que se demanda en el sector logístico. Más bien era una apuesta por extender el modelo comercial de las Quemadas.

Actualmente, los únicos proyectos logísticos vivos son los que ha emprendido una empresa privada y una agencia pública de la Junta. La empresa Prourban El Álamo tramita ante Urbanismo la creación de una plataforma de suelo junto a la planta de Polímeros con parcelas de hasta 50.000 metros cuadrados. La Agencia Pública de Puertos de Andalucía ha iniciado una campaña de comercialización de terrenos del Centro Logístico de la carretera de Palma del Río previa tramitación de una modificación de su plan funcional. Esa modificación no solo permitirá la tenencia en propiedad de espacios del parque por parte de empresas privadas -hasta ahora solo se podía alquilar- sino que ha modificado el planteamiento inicial para que se puedan unir parcelas y crear espacios mucho más grandes para adaptarse a lo que demanda el mercado.