Solución salomónica para el carnaval: 2 primeros premios y 2 terceros

Como ya adelantó este periódico, el error del jurado detectado por la Asociación Carnavalesca el pasado martes ha afectado al palmarés de la modalidad de chirigotas del concurso. A pesar de que las g anadoras morales , a juzgar por la respuesta del público del Gran Teatro en sus tres pases y falladas el día de la Final fueron «Las del Canalillo» , los «legítimos» , una vez revisados los errores en las puntuaciones , serían «Los Trápalas» , grupo cuyo pase a la última fase ya causó sorpresa, pues tanto en letra, música y tipo distaban mucho del nivel del resto.

Sin embargo, la decisión salomónica ha sido dar dos primeros premios de chirigotas; al grupo de Suso, que no se le «arrebata su más que merecidísimo primer premio» y otro primero para la chirigota de la peña de Los Mayas. Ambos recibirían 3.000 euros.

Como los errores de cómputo también afectaron a «La chirigota más esperada» , ésta va a compartir tercer premio con «En un país multicolor» recibiendo los dos grupos 1.500 euros. «El día que yo me jarte» se queda con un cuarto premio, quedando desiertos el segundo y quinto puesto, ya que se mantiene el accésit para «El nervios».

Este embrollo se ha revelado porque el grupo «El día que yo me jarte» solicitó sus marcas desglosadas y, cuando la Asociación Carnavalesca se las pidió al jurado, se dieron cuenta de que en una casilla, un miembro del «tribunal» había puntuado con 373,425 cuando el máximo es 100. Pero es que, el desconocido «jurado número 4» se equivocó una segunda vez, cómputo que ha afectado al resultado final de manera considerable.

Este «baile de cifras» no ha estado exento de acusaciones y «memes» en grupos de Whatsapp y redes sociales contra el jurado , a quienes han sugerido practicar con un ábaco antes de asumir la responsabilidad de asignar un premio. Tampoco la Asociación Carnavalesca se ha librado de críticas relativas a la gestión de la fiesta aunque la Junta Directiva se ha limitado a seguir estrictamente lo indicado en las bases reguladoras: «velar» por el cumplimiento de las normas del concurso.