El siglo de una Candelaria que alumbra ya al turismo de Dos Torres (Córdoba)

Fue el final del principio porque cuando la hoguera prendió la fiesta dejó atrás las visitas teatralizadas, la visualización de la historia de la localidad, pero entró en el plano de la identidad de lo colectivo porque eso es la Candelaria , la historia de un pueblo que recuperó su esencia. Lo hizo también a través de la música, la folk, de mano del grupo Jara y Granito con un concierto que se ubicó también en la Plaza de la Villa y que fue el colofón a una edición que también introdujo novedades, aunque hubiera que renunciar a cuestiones como el Mercado Franco o la muestra gastronómica.

Entre las novedades destacó la exposición fotográfica que se colocó en los soportales de la Plaza de la Villa y a través de la que se viajó por las tres últimas ediciones de la Candelaria . Otra forma de reivindicar la identidad, el paso del tiempo, el crecimiento de una fiesta que volvió a aglutinar a muchas personas porque hay ganas de normalidad, de disfrutar, de volver a poner en valor las tradiciones .

Antes de que ardiera la hoguera, con los enormes troncos que fueron acopiados durante semanas, la ciudadanía pudo disfrutar de las visitas teatralizadas al municipio , a su patrimonio, a su historia. Junto a esas visitas, destacó el vídeo mapping —proyectado hasta en tres pases— donde se recorrió la historia del municipio proyectado sobre la Iglesia de la Asunción . Patrimonio , historia y tradiciones otra vez de la mano.

Y todo eso ha sido valorado por la Junta de Andalucía para que la fiesta de la Candelaria sea catalogada como Fiesta de Interés Turístico de la Comunidad. En esta edición, a pesar de los esfuerzos del Ayuntamiento por dotar a la fiesta de cierta normalidad, esa catalogación no se ha dejado notar en exceso porque manda la crisis sanitaria, pero ya se pudieron ver atisbos del crecimiento de una fiesta que no tiene techo porque Dos Torres se convierte cada mes de febrero en protagonista para la ciudadanía de Los Pedroches , pero también para quienes quieren conocer una tradición que nace y muere bajo las cenizas que crea el fuego.

La fiesta se alargó durante la noche con la Plaza de la Villa como escenario principal, con el pueblo usía recuperando parte de su esencia, viendo la luz al final de un largo túnel al que ya casi se dijo adiós. Eso sí, con mesura, con precaución y recordando que la situación sanitaria todavía manda. El año que viene el centenario quedará atrás, pero será la edición en la que se ponga de largo la declaración de Fiesta de Interés Turístico . Mientras, se hará acopio de troncos para que el fuego espante los malos augurios mientras el calor de la hoguera apacigua el frío.