Siete años de internamiento a un menor de Córdoba que mató a su madre de 30 puñaladas y lo mostró por videollamada

La sentencia dictada por el Juzgado de Menores número 1 de Córdoba , a la que ha tenido acceso ABC, recoge como hechos probados que el menor, que convivía con su madre, desde hacía al menos dos años mantenía una relación sentimental virtual con una mujer adulta con una discapacidad del 67 por ciento. El joven había mentido a esa mujer asegurándole que era mayor de edad y que vivía solo porque su madre había fallecido.

Su madre descubrió este secreto el 23 de abril de 2020. Llamó a la mujer para pedirle que dejara la relación y para informarle de que su hijo era, en realidad, menor de edad. Sin embargo, a pesar de la oposición de la progenitora, el joven continuó la relación meses después hasta la tarde del 19 de julio cuando en medio de una videollamada, entró su madre enfadada al dormitorio, le interrumpió, le quitó el móvil y el ordenador y lo escondió bajo llave en un armario del salón.

Este castigo no fue aceptado por su hijo quien inició con ella una fuerte discusión hasta el punto que fue a la cocina por un cuchillo de 20 centímetros de hoja y comenzó a apuñalar a su madre pese a los ruegos de ésta suplicándole que le perdonara. El joven asestó, según recoge la sentencia, más de 30 puñaladas a su madre en el tórax y posteriormente en la espalda lo que finalmente le provocó la muerte. El fallo judicial señala que el joven de 16 años «tenía la clara intención de acabar con la vida de su madre, conocedor además de que prolongaría su sufrimiento por el sentimiento de odio que le tenía».

Tras acuchillar a su madre , cuando aún ella estaba consciente, prolongó su agonía mientras contemplaba fríamente cómo se desangraba. Esperó una hora dentro del domicilio hasta que comprobó que no se movía ni respiraba comunicando entonces a compañeros del instituto y a un tío suyo (hermano de la madre) a través de vídeollamada lo que había hecho. El joven llegó al extremo de mostrar el cuerpo de su madre por vídeollamada a sus amigos que no creían que hubiera cometido el crimen, pese a que mostró sus manos y ropa ensangrentada.

Tras recibirse numerosas llamadas en la Sala del 091, los agentes se personaron en el domicilio familiar del menor y su madre sobre las 20.00 horas, donde encontraron la puerta abierta y pudieron ver a la víctima tendida en el rellano de su casa y en pie e inmóvil a su hijo detrás de ella. En ese momento, los policías desenfundaron sus armas de fuego reglamentarias, encañonaron al joven, indicándole que se tirara al suelo con las manos en la espalda para ser detenido. La Policía encontró el cuchillo utilizado en el crimen en la misma cocina de la vivienda.

El juez recoge en la sentencia dictada el pasado 1 de diciembre, que los hechos constituyen un asesinato cualificado por ensañamiento , sin que concurra ninguna circunstancia que le exima de responsabilidad.