Selectividad Córdoba 2022 | Pío Baroja y nuevas tecnologías, un examen fácil para comenzar

La delegada de Educación, Inmaculada Troncoso , y el vicerrector de Acceso de la Universidad de Córdoba, Alfonso Zamorano , han explicado el desarrollo de unas pruebas que tienen lugar en 25 sedes repartidas por toda la provincia.

Son 4.522 los estudiantes inscritos para unos exámanes que se prolongarán hasta el jueves, lo que supone un ligero incremento con respecto a los registrados en convocatorias previas. La jornada se está viviendo sin incidencias y con las medidas contra el Covid aún vigentes. Con una diferencia importante: ahora son de carácter voluntario y los alumnos podían decidir si querían realizar las pruebas con o sin mascarilla, por poner un ejemplo.

El 58 por ciento de los convocados son mujeres y hay también alumnos con necesidades especiales que requieren condiciones de apoyo para hacer la Pevau. Son fundamentalmente chicos con dislexia o TDH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad), que disponen de media hora más para contestar a las preguntas.

Los alumnos han comenzado tranquilos el primer examen cuando han visto las preguntas. Se trataba de la prueba de Lengua Castellana y Literatura , con un cuestionario previsible y clásico que, en teoría, no deberían tener problemas en superar.

Para la primera materia, el asunto a comentar era un texto de periodismo tecnológico . En el caso de la segunda, había algunos párrafos de 'El árbol de la ciencia del bien y del mal' de Pío Baroja . Ambos temas llevan décadas en el currículo del Bachillerato y los alumnos se los preparan bien. Saben que hay una alta probabilidad de que salgan en la Selectividad, como así ha ocurrido en esta ocasión.

Al término de esta primera prueba, cientos de estudiantes comentaban las preguntas en los alrededores de la Facultad de Medicina. Vestidos para soportar las altas temperaturas, muchos de ellos aprovecharon el descanso entre uno y otro examen para reponer fuerzas o comunicar a sus familiares las primeras impresiones sobre su desempeño.

«A mí por lo menos me ha caído una de las novelas que me sabía », comentaba un estudiante a la salida. La literatura ya no se lee y ni siquiera se estudia o aprende, sino que se «sabe». «A mí me ha resultado fácil y hasta me ha sobrado media hora que he aprovechado para repasar el segundo comentario de texto», declaraba otra alumna.

La siguiente prueba era la correspondiente a la Historia de España, una materia que lleva años en el centro de la polémica por el tratamiento de sus contenidos. Los alumnos estaban convencidos de que iba a caer en el examen la Guerra de la Independencia . Después llegaría el turno de probar los conocimientos en Lengua Extranjera, que también practicaban los alumnos en el descanso.

Una vez terminadas las pruebas y corregidos los exámenes, los aspirantes podrán conocer sus notas desde el 23 de junio para saber si pueden seguir los estudios en la carrera que hayan elegido.