El Salón Rico de Medina Azahara en Córdoba, la joya que se cerró para tres años y esperará casi tres lustros

La Junta de Andalucía acaba de anunciar que pronto comenzarán las obras de restauración del Salón de Embajadores, que lleva cerrado desde 2008 en espera de unos trabajos que tenían que eliminar los problemas de humedad y avanzar en la recuperación de la decoración. Se anunciaron para entonces, pero la llegada de la crisis económica obligó a aplazar la obra.

El Salón Rico es uno de los espacios más importantes pero también más discutidos de Medina Azahara, por el procedimiento de reconstrucción que empleó Félix Hernández en 1968, y que añadió elementos para dar el aspecto que pudo tener en su momento, cuando llegaban allí las embajadas.

Se cerró, pero la vida continuó en Medina Azahara. En octubre de 2009, la Reina Doña Sofía inauguró el Centro de Visitantes , que supuso en principio un crecimiento de las visitas, pero el espacio seguía cerrado. La crisis se recrudeció, las inversiones culturales se quedaron al mínimo y el Salón Rico permaneció cerrado. Cuando el panorama mejoró, las Administraciones miraron otra vez a la ciudad califal y prepararon el proyecto para que fuera Patrimonio de la Humanidad, pero seguía faltando dinero para restaurar el Salón Rico.

Se consiguió la iluminación en 2017, gracias a la Fundación Sevillana Endesa, y con eso también las visitas en horario nocturno, que han tenido mucho éxito, pero la Junta de Andalucía seguía buscando dinero. Se supo que podía haber un acuerdo con la World Monuments Fund , una institución que sufraga este tipo de actuaciones, pero a pesar de su buena disposición tardó en llegar. Ya con la declaración de Patrimonio de la Humanidad bajo el brazo, el Salón Rico sólo abrió durante unos días en diciembre de 2018 , pero volvió a cerrar y siguió esperando.

Ahora la consejera de Cultura, Patricia del Pozo , anuncia un nuevo acuerdo con cifras concretas: la fundación se hará cargo de la portada y la Junta del interior, y la inversión será de 600.000 euros , y no la única. Eso sí, serán dos años más de trabajo, con lo que probablemente la apertura del Salón de Embajadores se demorará hasta 2022, casi tres lustros después, cuando la Junta, en 2008, esperaba que estuviese cerrado tres años.