Roberto C. Roldán: «En el Círculo de la Amistad hay más de 800 obras de arte»

Sus manos colgaron lienzos de Antonio Povedano , P epe Duarte y Juan Serrano , pero también de Picasso y Dalí. En 1979, se incorporó su padre como responsable del bingo. Y aquí se jubiló, casi cuarenta años después, como segundo jefe de administración. Roberto C. Roldán es ya el tercero de la estirpe familiar .

Lleva veinte años en la casa. Nada menos. Primero como responsable de la biblioteca y, desde hace doce años, como jefe de Cultura , a cuyo frente el Real Círculo de la Amistad ha recobrado vuelo en una revitalizada agenda de actos verdaderamente encomiable . Son las 10.30 de la mañana y el patio de la centenaria casona respira una serenidad terapéutica .

El Círculo cumple ya 168 años de vida. ¿Donde está el secreto?

Lo primero, en los socios . Ha llegado la pandemia y no ha habido bajas, sino altas. Los socios sienten la casa como suya. También en que haya habido juntas directivas con sensibilidad. Y que los presidentes hayan sabido rodearse de personas con conocimiento. En la década dorada del Círculo, los años 60 y 70, dos presidentes como Antonio Muñoz y Fernando Carbonell , impulsaron la cultura . ¿Cuál fue su éxito? Rodearse de personas expertas: Antonio Povedano, Mariano Aguayo , Rafael Serrano. Y ahí está el resultado. Ahora está pasando lo mismo.

Leo en Wikipedia: «Fundado por 132 socios de la burguesía, la aristocracia y la alta clase media». ¿Correcto?

Correctísimo. Sobre todo, de la burguesía. Tenga en cuenta que en esos 132 socios fundadores hay gente de primerísimo nivel, como Fernando Amor y Mayor, un naturalista que murió en la última gran expedición de la Comisión Científica del Pacífico en 1853. Te vas al Museo de Ciencias Naturales de Madrid y es un ídolo. O Duncan Shaw , un escocés que fue el fundador de la mina de plomo y, en aquella Córdoba de pobreza y hambrunas, trajo la leche condensada . El fundador del Diario Córdoba, Fausto García de Tena, o Juan de Dios Polo y Muñoz de Velasco, que fue un brigadier carlista. Gente muy variopinta pero de un nivel impresionante.

¿En qué ha cambiado el Círculo en siglo y medio?

Ha cambiado mucho, pero en ciertas cosas poco. Ha seguido la evolución de la sociedad, las nuevas tecnologías, la digitalización . Pero ese espíritu de la cultura, de las cosas bien hechas, de la hospitalidad no se ha perdido.

La cultura es el hilo conductor del Círculo.

Sí. Pero no solo la cultura. También la simbiosis que se crea con los socios. Aquí tienen una segunda casa, las tertulias , las charlas. Y es una casa que genera mucha actividad para el socio: talleres de pintura y de pilates, cine de verano, una biblioteca siempre llena de chavales, una revista. El socio se siente orgulloso. Y ahora la puesta en valor del patrimonio, que sigue siendo muy desconocido para mucha gente. Estamos poniendo en valor las obras de arte , con un código QR y una guía para que se conozcan.

Programación del último mes: aula flamenca, presentación de libros, lectura literaria, concierto de coros, conferencia de un rabino, ponencia de filosofía, exposición de dibujo, aula de salud. ¿Es usted hiperactivo?

No soy yo. Es el Círculo. La junta directiva es la que toma las decisiones y da rienda suelta a que todas estas asociaciones celebren sus actos aquí. Ahora hemos creado tres áreas principales : las artes escénicas, las artes plásticas y la literatura . Aparte hay aulas de salud y deporte, de flamenco, cineclub, fotografía, tertulia taurina.

Leo en la prensa: «El Círculo de la Amistad abre sus puertas para mostrar su patrimonio a Córdoba». ¿Antes estaban cerradas?

No estaban cerradas, aunque quizás no estaba bien explicado. Aquí siempre se ha dejado entrar para las actividades culturales, pero no se conocía el patrimonio artístico del Círculo. Yo no lo pongo a la altura del Museo de Bellas Artes , pero tiene una importancia impresionante.

¿Qué pueden encontrar los cordobeses aquí?

Primero los cuatro grandes artistas de la casa: Rodríguez Losada, Fernández Alvarado, Díaz Huertas y Julio Romero . O Enrique Romero de Torres, que también era socio de la casa. Y muy importante: la colección de arte contemporáneo, con Gerardo Rueda, Manuel Rivera, Julia Hidalgo , Rafael Botí o Ginés Liébana, que nos ha donado más de 150 obras . Aquí puede haber 800 obras de pintura y escultura, aunque expuestas están el 80%. De primer nivel, son unas 120, que publicaremos en una guía de bolsillo. Habrá también una audioguía .

Por cierto, revélenos el misterioso caso de los cuatro cuadros desaparecidos.

El Círculo de la Amistad encargó en 1870 al pintor sevillano José Rodríguez Losada cuatro obras de Averroes, Séneca, Gran Capitán y Maimónides. Creo que las obras se pintaron y volaron. No hay rastro de ellas.

Una biblioteca con 25.000 libros y un fondo antiguo desde el siglo XVI.

El libro más antiguo es del año 1512, un diccionario biográfico de antiguos monjes . Del siglo XVI y XVII podemos tener unos 400 volúmenes bastantes interesantes. Hicimos un trabajo con Rafael Bonilla y sacamos una publicación. A la biblioteca vienen muchos investigadores de heráldica y genealogía .

Esta casa ha sido honrada por cuatro reyes, un príncipe de Gales, otro de Italia y un presidente de EE.UU. ¿A qué se debe tanto honor?

Todos los visitantes que venían a Córdoba iban a tres sitios: la Mezquita, las Ermitas y terminaban en el Círculo. Aquí se celebraban los banquetes y las recepciones, y algunos venían también a visitarlo. Por ejemplo, el presidente estadounidense Ulysses S. Grant entró con su señora y su bulldog y se paseó por todo el Círculo. No tenemos fotografías de aquella visita ni de la de Alfonso XII y Alfonso XIII . Entonces no se publicaban fotografías.

Isabel II estuvo en Córdoba en 1862 y no pisó el Círculo. ¿Sabe usted por qué?

Vino a Córdoba y, aunque no entró en el Círculo, esta casa sí tuvo bastante que ver con la visita. El Círculo de la Amistad aportó muchas cosas, entre otras, dinero y carruajes .

¿A qué vino el doctor Fleming al Círculo de la Amistad?

Le organizaron una recepción y el banquete fue aquí. Le regalaron un sombrero cordobés y una filigrana. De ese acto sí hay fotografías. Córdoba tuvo la oportunidad de darle las gracias a uno de los grandes científicos, que salvó tantas vidas .

¿Roberto Roldán sabe todo de la casa?

Qué va. Todavía queda mucho por saber. Muchísimo. Desde la fundación del Círculo y hasta la Guerra Civil lo tengo investigado. Pero hay mucho material y documentación por investigar.

Usted se ha convertido en uno de los grandes albaceas de la memoria de esta casa.

He aprendido mucho de Pepe Cruz . Me ha enseñado a investigar y a trabajar como un ratón de biblioteca. Y me ha fascinado. Los meses de pandemia me sentaba a las 8 de la mañana con mi ordenador y la hemeroteca.

¿Qué le ha sorprendido de la historia de Córdoba?

Quizás que una ciudad rural como esta siempre haya tenido movimiento e interés por la cultura. Aquí siempre ha habido mucha sensibilidad por aprender y conocer.

Díganos el secreto mejor guardado de la casa.

Mi abuelo me contaba cómo se subía al techo del Salón Liceo para limpiar las lámparas. Y me decía: «Aquí nos encontramos una bomba de la Guerra Civil que cayó en el techo pero no estalló. Si hubiera estallado, se habría llevado todo el Salón Liceo por delante».

¿Cómo será el Círculo del siglo XXI?

Mantendrá la esencia de una casa tan antigua con un gusto por lo bello. Estamos ahora mismo aquí en el centro de Córdoba y parece que estamos en un pueblo. Eso se va a mantener. Pero ahora tenemos que ir de la mano de las nuevas tecnologías . La cultura está cambiando. Ahora todo se graba y se ve en un móvil.