El 'Renacimiento' del mercado medieval de Córdoba: arranca una renovada edición tras la pausa por el Covid

Con camisas de encajes en los cuellos los señores y las damiselas con trajes de terciopelo y seda , los comerciantes se ha afanado en ambientar este mercado renacentista de 146 puestos -86 de ellos de artesanía, 43 de alimentación y 20 de restauración -.

En este homenaje al Siglo de Oro los puestos de miel, horno de pan, churros, taberna alemana o gallega trufados con talleres de esparto o alfarería jalonan toda la Ribera entre la Calahorra y Miraflores. Todos tiene esos con toques culturales que recuerdan a las plumas más relevantes que en Córdoba vivieron o nacieron (Góngora y Cervantes) y la relevancia de la mujer en sus obras.

Algunos de estos comerciantes traen olores a los armarios , como Alberto, -que es la segunda vez que participa en esta edición del mercado- y llega desde Alicante con sus sacos para ambientar los armarios. Pocos puestos más arriba, Sombreros AFA , con un sello cordobés este sombrerero ha cambiado su puesto ambulante del Puente de San Rafael hasta formar parte del mercado renacentista.

Manuel Fernández recuerda que lleva 25 años vendiendo sombreros junto a la Calahorra , un trabajo que compagina con la venta de castañas asadas . Este vendedor, que sabe tomar el pulso del turismo admite que estos días de atrás no ha visto mucho ambiente de visitantes pero espera que la gente de Córdoba que tiene ganas de movimiento y acompaña el tiempo se acerquen a esta acera del río.

Un clásico de estos puestos son los de miel. Javier Ibarra muestra desde su empresa cordobesa los productos de la miel con 8 o 9 variedades y otros productos como el polen , propóleo, cera y otros derivados además de cosmética elaborada con miel natural. Ibarra se considera un veterano en el mercado de al Ribera.

El chocolate a la piedra de Pere, el valenciano , es otro de los puestos más buscados en el mercado junto al Guadalquivir, y es el quinto año en el que participa. Este maestro chocolatero mantiene desde el siglo XIX una fábrica de chocolate en la localidad de Sueca que mantiene sus productos genuinos como el chocolate a la piedra.

« Salimos a las ferias y mercados para poder ofrecer el producto directamente al consumidor sin pasar por los intermediarios; ofrecemos todo tipo de chocolate y desde 1870 nuestra especialidad y el mayor orgullo es seguir trabajando en el método antiguo es decir o chocolate a la piedra que era lo que se amasaba mano con cacao, azúcar de caña, un poquito de harina de arroz con saborcito de canela de vainilla», cuenta Pere de la casa Come.

Junto a ellos, los fuet catalanes de Cábanas especiados o con sabor a queso curado romero o tomate, de los que estos jóvenes pretenden vender miles en Córdoba, donde repiten dado el éxito de otras ediciones.

Desde Vejer de la Fronetra llega a las faldas de la Calahorra el taller de alfarería , uno de los más visitados por los pequeños, que adoran, asegura la alfarera Mara, ponerse en el torno y moldear.

Sin olvidar el viejo oficio de la espartería, con el taller Espartería Andalusí, una industria que parte de los íberos, según cuenta su maestro sevillano, y que en la que Córdoba tuvo una especial relevancia en la posguerra donde servía para hacer todo tipo de aperos para el campo o para transportar enseres.

Norias, columpios y merenderos completan la oferta de este mercado que vuelve al otro lado del río hasta el proximo domingo con más de 80 actuaciones, actividades y pasacalles organizados por el área de Promoción de la Ciudad del Ayuntamiento de Córdoba.