EL NORTE DEL SUR
El trasquilón
El corte de pelo inaplazable queda resuelto por la vía doméstica, la lavadora se estropea, la colonia se agota
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónY encima tiene que aguantar uno que a las contadas personas con las que se cruza por la calle se les note la risita contenida aunque lleven mascarilla, que las hay ya hasta tuneadas con el escudo del Córdoba o con alguna que otra ... talla de las que se ha quedado sin salir esta Semana Santa . Sí: es un trasquilón de libro, o dos mejor dicho, uno a cada lado del cuero cabelludo. Si ni el Gobierno ni su gabinete de expertos vieron venir la crisis tampoco se la olió aquí el del pelo rasurado al hachazo casero, así que no hay por qué acomplejarse por la falta de previsión. El mejor día para ir al barbero siempre es el siguiente al que uno lo piensa, de manera que corriendo las hojitas de la agenda llegó el momento en el que cuando la visita era ya una cuestión no de apariencia ni de decoro sino de pura higiene resulta que el peluquero de siempre y todos los de nunca estaban cerrados. Hubo un conato feliz al principio de que iban a permanecer abiertos, de que Sánchez , ese estadista, había tenido a bien considerar al gremio de las tijeras como un servicio esencial. Pero aquello fue un espejismo, como lo de que el confinamiento iba a durar solo dos semanas. Y llegó el instante, anteayer, en el que hubo que tomar una decisión inaplazable: o tirar de la gomina, en cuya compra se ganó el de las melenas silvestres más de una mirada turbia del señor del carrito de al lado porque no se trata de un producto de primera necesidad —eso depende, caballero, si me lo permite—, o arriesgarse a convertir el cuarto de baño en un salón de belleza doméstico en el que quien sostiene la maquinilla de rasurarse la barba es el mismo que sufre a diario la burla por el pelamen. Estas cosas tiene que hacerlas uno en soledad como buen Robinson Crusoe , que contaba con la ventaja de que si no atinaba con el instrumento tampoco es que se fuera a encontrar en su isla a mucha gente que se diera a la chanza.El hecho es que la maquinilla entró a sus anchas por el lado izquierdo y luego por el derecho de la cabeza, de tal modo que el resultado fue pronto un despropósito que uno espera que esté enmendado cuando aquí el heredero de Churchill dictamine que la desescalada ha concluido.
La cosa eremita se agrava porque la lavadora se despidió de este mundo este sábado: llevaba días amagando con fallos en el cierre del tambor y se rindió para siempre con la colada de media semana dentro, que sigue allí hasta que el técnico pueda venir. «Esto no es una urgencia en las circunstancias en las que estamos, así que como muy pronto el compañero se pasará el 29 de abril », dijo el amable operador, que añadió que tenía por delante una ocasión extraordinaria, ahora que todos disponemos mucho tiempo libre, de volver a la costumbre perdida de lavar a mano. Y resulta que la colonia y el desodorante masculinos se han agotado, así que huele uno al perfume de una muchachita de trece años, de lo que sí había en abundancia y que es lo que encuentra uno a mano para acicalarse. Digamos que la cosa no para de empeorar.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete