Te odio

Fernando Aramburu ha defendido en una entrevista y a propósito de ‘Los vencejos’ que odiar, que es lo que hace sin descanso y con reconcentrada fruición el protagonista de la espléndida y adictiva novela, es algo tan humano como amar, y a mí me ha parecido leer que Toni , el profesor de Filosofía de su libro que planea suicidarse a un año vista, llega a preguntarse que a quién se le ha ocurrido ese absurdo de que el odio pueda sentarte en el banquillo y llevarte a la cárcel, como si los sentimientos fueran un tipo penal. Él, Toni , odia a todo el mundo todo el rato, con la única salvedad intermitente de a su amigo Patachula , y es una persona que por muy amargada que esté te acaba cayendo bien, muy bien, conforme avanza su diario, que es un diario en el que la muerte ejerce de pretexto para hablar de la vida y la tragedia de otro para que la mala baba y el rencor se vuelvan humor y sabiduría.

Toni no se encuentra solo en el mundo : quitarse la vida está a la orden del día, o de cada cinco días para ser exactos, que es la frecuencia con la que en Córdoba se produce un óbito por la voluntad expresa del finado, tal y como ha informado este periódico con motivo de la jornada mundial contra el suicidio, celebrada el pasado 10 de septiembre. A Córdoba , que se sepa, no ha llegado aún el fenómeno pero en Madrid ha tomado ya cuerpo: hay hoteles que se han puesto de moda entre la gente que decide borrarse con un balazo o dándole al frasco de las pastillas .

Estar peleado con el mundo, hasta con el interior de uno, es tendencia. Hasta el Vaticano , del que decían Los Compadres que no se había pronunciado sobre el cambio climático y que por eso era y es una milonga, alertó este domingo en Hungría y en palabras del Papa Francisco sobre el avance de los discursos del odio . Córdoba , fiel a su milenaria tradición de hermanamiento entre gente dispar, está aún a salvo con sólo un delito de este tipo al mes. ¿Tú ves como aquí somos buena gente ?