Según el prieguense Antonio Villena , (técnico de la Federación Española de Senderismo), el tráfico por la ruta de los Panaderos, en tiempos de la guerra y la posguerra , fue muy importante para el movimiento de la harina, de ahí es de donde le viene el nombre al sendero. En un lugar concreto de la ruta existía una cruz, donde quedaban los panaderos de las distintas zonas de las provincias de Córdoba y Granada para pactar los precios que le ponían a la harina y, por consiguiente, el coste que valdría el pan.
Es el primer sendero local homologado en la Subbética. A pesar de que su recorrido circular pueda parecer que es corto (6,7 kilómetros), el trazado tiene que sortear un desnivel de 500 metros. No es un sendero fácil y cómodo y es apto para senderistas que se inicien en este deporte. La homologación de este sendero en Priego le otorga un sello de garantía. Además, está muy bien señalizado, con paneles informativos cada trescientos metros que enseñan la ruta a seguir sin pérdida alguna.
La sierra del Albayate -por donde transcurre el sendero- es la gran olvidada de las sierras de la Subbética , donde existen las zonas más espesas en encinares y hay algunos endemismos que, por falta de estudios, no se han podido recoger aún un ningún libro, aunque la universidad de Córdoba ya ha hecho algunos estudios al respecto en esta determinada zona.
Además de la ruta de los Panaderos, el Ayuntamiento de Priego puso en valor una pequeña ruta senderista en pleno casco urbano, que transcurre desde el Molino de San Rafael hasta la conocida entrada de la Puente Llovía , pasando por el bajo Adarve. El ‘Corredor Verde de Priego’ tiene un total de 2,2 kilómetros. Otra de las intervenciones es el nuevo sendero para subir a la Tiñosa desde la aldea de Lagunillas con un total en ascenso de 5,5 kilómetros.
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