Patios de Córdoba | Los propietarios alaban la llegada de «un turismo de calidad»

En primer lugar, obviamente aún no se ha recuperado la normalidad total previa a la aparición del coronavirus. Aunque apenas quedan restricciones de movimiento ni sanitarias, todavía perdura la preocupación por el Covid-19, más aún tras el aumento de casos entre la población mayor en las últimas semanas.

En segundo lugar, el turismo internacional no ha vuelto del todo . Tal como explica el presidente de la Asociación de Amigos de los Patios, Miguel Ángel Roldán, «echamos en falta más extranjeros europeos ». Se han visto visitantes originarios de muchos países - especialmente de Francia -, pero aún no al nivel previo a la pandemia. Ésa es una constante en todo el sector turístico, no sólo en lo que afecta a los patios.

En cualquier caso, para Roldán esta edición del festival ha estado «muy bien de afluencia» , y si «no hemos llegado a lo vivido en 2019 es porque faltan extranjeros para lo que yo he percibido». Aun así, el portavoz del colectivo recuerda haber visto grupos sobre todo de americanos. Incluso realizó un tour para un pequeño grupo de visitantes residentes en Singapur. También faltan, asegura, los japoneses, que «no vienen por aquí todavía».

Y hay otro tipo de visitante que tampoco ha llegado del mismo modo que en 2019 y en años anteriores, aunque en este caso la reducción tiene un efecto positivo . Se trata de los viajes organizados con autobuses completos que paran en el Centro, recorren los patios a toda prisa y se vuelven a su lugar de origen sin dejar apenas gasto en la ciudad.

Rafael Barón , presidente de la asociación Claveles y Gitanillas, avanza que «he notado la falta de autobuses que colapsan los patios , creo que esas empresas no se han recuperado y la gente no quiere pasar tantas horas en un bus. Me parece que eso ha hecho que baje un poco el número de visitantes, pero este año lo que aquí se ve es turismo de calidad , de los viajeros que duermen en hoteles y hacen gasto». Hay otros visitantes que «no se dan cuenta de que entran en una propiedad privada y lo hacen como un elefante en una cacharrería». En ese sentido, la caída de visitantes tiene un aspecto positivo.

Finalmente, Barón sostiene que las colas de este año, aunque se han visto como otros años, han sido fluidas y solamente ha sido necesario esperar unos 10-15 minutos en los patios con más afluencia, «pero eso se sobrelleva bien».