'El Jardín de la Magia' | Paseo por la historia del mago más conocido en el Palacio de Congresos de Córdoba

No es fácil controlar a los niños que están emocionadísimos porque «les gustan mucho las películas y los libros de Harry Potter y les está encantado todo» aunque ellas, preguntadas si también son seguidoras del universo del niño mago, responden divertidas que prefieren las novelas de otra autora inglesa: E. L. James.

La muestra, además de exponer objetos que utilizan los personajes en sus clases de magia a lo largo de los libros y su posterior filmografía, recrea escenarios muy representativos que son verdaderos ‘photocalls’ porque es el momento en el que los pequeños pasan a ser Luna, Hermione o el mismísimo Harry Potter .

En uno de estos ‘set’ están Carla y Eugenia —ataviada con su bufanda de Gryffindor— , del colegio Pablo García Baena y Teresianas que dicen que les está encantando ver la magnífica colección de varitas mágicas que hay en la exposición y que les ha impresionado todo lo relacionado con Harry Potter. Pistas, para no desvelar demasiado: ‘Harry Potter y la Piedra Filosofal’ y las primeras primeras ubicaciones del ‘niño mago’ se pueden sentir como si se estuviera prácticamente ‘Privet Drive número 4 de Little Whinging’.

La madre de Eugenia, Marta es maestra de Educación Especial y una entusiasta del universo mágico. Explica que «Harry Potter está muy bien escrito, la trama está muy bien montada, crea un mundo maravilloso y desarrolla los personajes tan bien que atrapa a los niños y los hace ilusionarse como puede verse desde el primer libro hasta el último», algo que se evidencia en cómo los pequeños van corriendo ilusionados llamando la atención a sus padres a cada detalle que van encontrando, a cada personaje que ven, cada elemento audiovisual que va a apareciendo y les sorprende.

«Además, a través la magia es un elemento fundamental en la gamificación como metodología educativa. El universo Harry Potter es completo en todos los sentidos», subraya Marta que no puede evitar ver la exposición como madre, como aficionada, pero también como educadora.

En el recorrido, no todo son pequeños seguidores de Hogwarts . También inauguraron ayer la muestra fans que lo fueron en 1997 y que han crecido con las capas negras y las varitas y que aún hoy siguen disfrutando de un buen partido de ‘Quidditch’ —el deporte en equipo que se juega en el aire sobre escobas—. Es el caso de Blanca, Inés y Carmen, madre e hijas que disfrutan con la literatura fantástica en general y con las peripecias de este grupo de estudiantes de la escuela de magia más leída y vista de todos los tiempos.

Sin duda, como cuentan los promotores de la exposición, el montaje está pensado para los fanáticos del universo de la magia, para quienes vienen ataviados con los uniformes de las distintas casas que componen las escuela de magia y se saben hasta los conjuros que con los que los protagonistas van consiguiendo librarse del malvado Voldemor a lo largo de los siete libros. Y como si de la mismísima casa Slytherin se tratase, ayer en la exposición había un grupo de veinte fans ‘muggles’.