Los nuevos retos que le esperan a Luis Valdelomar, el flamante gerente de Urbanismo de Córdoba

Para conseguir agilizar ese capítulo fundamental es necesario también reorganizar la propia casa. En el último mandato municipal, la Gerencia ha pasado de 134 plazas cubiertas y nueve vacantes a 120 trabajadores y 23 plazas libres. De fondo están las restricciones al gasto que trajeron consigo las leyes del tiempo de la crisis económica, pero hay muchos más problemas. En la Gerencia de Urbanismo más de la mitad no son funcionarios. No es una diferencia insustancial, ya que sólo estos últimos pueden iniciar un expediente o firmar en un acto reglado, como una licencia.

La situación la llegó a motivar un duro informe de la Intervención Municipal que aseguraba que una parte de la plantilla estaba en situación de «fraude de ley», ya que habían entrado como temporales, sin superar una oposición y se habían quedado como indefinidos no fijos. Y así están 98 personas frente a 45 que sí tienen su plaza como funcionarios de pleno derecho.

Luis Valdelomar estará al frente de un equipo cuyos jefes de Servicio se conocerán a lo largo de la próxima semana, pero entre el trabajo estará corregir los problemas de plantilla y sobre todo los desequilibrios que se han denunciado entre distintos departamentos. Una Relación de Puestos de Trabajo puede ser uno de los instrumentos para comenzar el trabajo de conseguir que esta situación fuera de la ley comience a revertirse desde ahora.

Eso serán las actuaciones extraordinarias, las de reforma de la casa, pero la Gerencia de Urbanismo tendrá que afrontar además procesos importantes para revertir dos iniciativas de Pedro García. IU había impulsado dos innovaciones del PGOU en el mandato anterior, que ahora se tendrán que echar atrás. Una era la que impedía quemar residuos a Cosmos, una de las pocas industrias locales, y que amenazaba con cesar la actividad. Otra era el Plan de Usos del Casco, que se había hecho con la finalidad de intentar limitar las viviendas turísticas.