Los niños de Córdoba en su día más especial: «Tenía ganas de que vinieran los Reyes Magos»

A eso de las once, las familias han empezado a salir de sus casas con los niños apegados a su regalo más preciado o directamente montados en ellos. Porque los parques y plazas se han convertido en banco de pruebas de bicis, patines en línea o monopatines . A esa hora en los jardines de los Patos , la pequeña Lucía intentaba hacerse con el control de un patinete de tres ruedas .

Su madre , Rosario Oliva, asegura que ella y su hermano, Rafa, se «han levantado antes que nunca» . Los dos se declaran «contentos» con los que les han dejado Sus Majestades y cuentan que «nos han traído muñecos, libros y el patinete». «El patinete es el regalo estrella», matiza su madre. Rosario asegura que «gracias a ellos éste es un día ilusionante » y se alejan mientras Lucía persevera en cogerle el truquillo al patinete.

En el parque de Colón , se pueden seguir también las huellas de la riada de felicidad de este día . Allí, está Ángel , un peque que está estrenando su bici de pedales . Con la ayuda de su padre, Daniel Pérez, cuenta que, además de la bici, Melchor, Gaspar y Baltasar le han traído «un tren y un autobús» . «Con la ilusión de los peques, no puede ni el virus», asegura Daniel, que luego añade que éste es «un día bonito para los padres ; sobre todo en una jornada como hoy que puedes salir y disfrutar de los regalos». Y es que el tiempo ha acompañado para que los reyes de la casa pudieran disfrutar de sus presentes al aire libre.

La bicicleta de Ángel se cruza con un deslumbrante coche teledirigido (una réplica de un Red Bull del Dakar) por Rafael , que ya lleva un rato familiarizándose con el vehículo. Porque su padre , Rafael Lucena, cuenta que su peque se «ha levantado pronto, a las ocho menos cuarto» . No en vano, Rafael hijo advierte de que «tenía ganas de que vinieran los Reyes Magos».

El coche es la avanzadilla , porque en casa , explica el niño, le han dejado también «dos naves de Lego de Star Wars , un cajón de piezas sueltas de LEGO y el abono del Córdoba CF para la segunda vuelta». Cuando el periodista le plantea que, con semejante lista de regalos, se ha tenido que portar muy bien, sonríe. Una alegría que también muestra su progénitor : «Éste es un día muy bonito para los padres; permite seguir con la ilusión mientras dure ».

El parque de Colón se va convirtiendo en una juguetería donde lo mismo una bebé lleva su silla de idem como un niño y una niña entremezclan en sus juegos un dinosaurio y una muñeca. Mientras el periodista se dirige hacia el Vial Norte, se cruza con una pequeña que estrena sus patines en línea, aterrizando dos veces seguidas en el suelo y aprendiendo sin saberlo que la vida es caerse y levantarse.

En ese paseo que generó el soterramiento de las vías del tren , una niña, Martina , demuestra pericia sobre el monopatín que acaba de recibir como presente de los Magos de Oriente. Su padre , Juan Hernández, sentado en los bancos del Vial, la observa y confiesa que «este día, para mí, es bonito que para ella» .

Cuando le pregunta el plumilla a Martina qué tal los regalos , contesta que «muy bien» . Además del monopatín a Martina le han traído un puzle o un juego de manualidades. «Se ha portado muy bien», cuenta su padre.

A las zonas de juegos infantiles del Vial llega Miguel Márquez con sus dos pequeñas , Miriam e Inma, que está estrenando unos patines en línea. Mientras, Miriam cuenta que los Reyes le han ido «bien» y comenta lo que le han dejado: «Un lego, una caja de Playmobil o el Crustaceo Crujiente de Bob Esponja». Y confiesa que «tenía ganas de que llegaran» Sus Majestades.

Su hermana se acerca y asegura que ella tenía las mismas ganas de que Melchor, Gaspar y Baltasar se acercaran a su casa. Cuenta que ha dormido «bien», pero, admite, «me he despertado varias veces , porque he escuchado algo ». « Me he quedado quieta », explica, demostrando que conoce bien los códigos que deben respetar los niños para dejar trabajar a Sus Majestades. Su premio han sido los citados patines en línea, «una maquina para hacer slime, plastilina o un perrito de juguete». Miguel asegura que este día para quienes tienen hijos es «precioso . Es la mayor ilusión. Que nuestros hijos reciban sus regalos y nosotros estamos encantados de verlos a ellos disfrutar».