Navidad en Córdoba | Historias de loteros con la caprichosa suerte del sorteo del 'Gordo'

Los loteros dependen en gran medida de la campaña de Navidad para subsistir el resto del año . Es ahí cuando concentran unas ventas que les rentan unos magros 80 céntimos de euros por cada décimo vendido , y eso antes de pagar impuestos. Es una queja constante en el sector desde hace años, ya que las comisiones siguen siendo las mismas (un 4 por ciento) desde hace años. Tampoco ha variado el precio del billete desde hace casi dos décadas: en 2002 se subió de las 30.000 pesetas de entonces a los 200 euros actuales.

Al menos, este año se han recuperado un poco las ventas con respecto a 2020 , cuando la recesión económica a causa de la pandemia y las restricciones de movimiento provocaron una caída.

Loterías y Apuestas del Estado, el organismo que lleva a cabo el popular sorteo, ha consignado para este año un total de 45.019.000 euros en la provincia de Córdoba , lo que supone un ligero incremento con respecto a los 44,2 millones del año pasado, apenas un 2 por ciento más.

Esa cifra suponen más de 225.000 billetes para el territorio cordobés con una media de gasto por cada ciudadano de 57,61 euros , por encima de la media andaluza (52,98 euros) pero por debajo de los 66,60 euros que gastará de media cada español.

La suerte ha sido esquiva con Córdoba a lo largo de la historia en el Sorteo Extraordinario de Navidad. El Gordo sólo ha tocado siete veces en nueve poblaciones . La más afortunada, al ser también la que más juega, ha sido la capital, donde ha recaído el primero premio en cuatro ocasiones (1963, 1978, 2018 y 2020). Le siguen Fuente Carreteros (2018), Hinojosa del Duque (1986), La Carlota (2018), Lucena (2002), Nueva Carteya (2012), Pozoblanco (1961, la primera vez que el Gordo cayó en la provincia), Priego de Córdoba (2012) y Puente Genil (2018).

El 24.964, ese es el número que permitió a la administración de Lotería de Pozoblanco pasar a la historia de la Lotería de Navidad. El 22 de diciembre de 1961 el azar provocó que ese número dejara el primer ‘Gordo’ en la provincia de Córdoba con esta administración vendiendo varios décimos que repartieron alegría en la localidad pozoalbense, pero también en Torrecampo y El Viso gracias a las participaciones en las que por aquel entonces se distribuían los décimos para poder hacer frente a su coste. La suerte llegó a la comarca de Los Pedroches en forma de lotería y algunas publicaciones de la época recogen ese hecho histórico para la zona.

El número se guarda con especial cariño en la administración , al igual que todos los recuerdos que han pasado de generación en generación de una familia que vive cada 22 de diciembre como «una auténtica fiesta». Lo recuerda Florencio Díaz, actual regente y perteneciente a la tercera generación de loteros de la familia, que nos detalla que fue su abuela la encargada de repartir ese primer premio. «Lo compró una persona que venía a Pozoblanco a por los encargos de varios vecinos de Torrecampo y lo repartió en participaciones, por lo que sonrió a varias familias. También de El Viso y algunos décimos se quedaron en Pozoblanco», narra el lotero. «Antes la lotería era más cara y se partían los décimos, de ahí las participaciones», aclara.

El despacho de Lotería quedó desde entonces vinculado al 24964 que hoy venden al hijo de uno de los niños de San Ildefonso que cantó ese primer premio. «Se lo llevo mandando hace algunos años a esa persona porque llamó para pedirlo, ahora ya lo solicita el hijo», explica Florencio Díaz con alegría y emoción por la vinculación que se establece gracias a la suerte.

El lotero recuerda también que « el número se perdió con el paso de los años, pero Pozoblanco quedó en la historia. Para el 50 aniversario de ese sorteo lo recuperamos y ahora lo tenemos abonado para los sorteos de los jueves, sábados, Navidad y El Niño». La suerte no dejó más primeros premios en esta administración, pero sí algún que otro cuarto y quinto, el último hace dos años.

Más allá de los premios, Florencio Díaz sigue viviendo cada 22 de diciembre intensamente , esperando -por qué no- que el ‘Gordo’ vuelva a salir de su despacho.

Si hay una lotería de Navidad famosa en Córdoba, esa es la que vende en participaciones cada año Supermercados Deza . Muchos cordobeses aún recordarán 1992, el año de la Expo de Sevilla, las Olimpiadas y el Quinto Centenario, pero no por esos grandes eventos sino por el segundo premio del ‘Gordo’ que entregó esta empresa cordobesa. Fueron más de 15.000 millones de las antiguas pesetas -90 millones de euros actuales- los que recayeron en miles de cordobeses, ya que los décimos se habían vendido en pequeñas participaciones en las cajas de las tiendas.

Hoy recuerdan aquel día Antonio Deza padre y su hija María Luisa Deza . Era una época, a principios de los 90, en que las compras aún las hacían las mujeres. Fueron ellas quienes compraron las participaciones que beneficiaron a nada menos que 4.250 familias cordobesas y, por tanto, las que tenían derecho al premio.

«Recuerdo que en el banco nos contaban que iban los maridos detrás de sus mujeres, puesto que ellas eran las que lo tenían que cobrar », apunta María Luisa. Todas aquellas familias recibieron un ‘pico’ que no hizo millonario a nadie. Más bien al contrario, «fue muy bien administrado y se empleó para las cosas necesarias del hogar» , rememora Deza, quien se encargó de elegir los números.

Eran unos años, también, en que las participaciones de lotería de Navidad se hacían un poco de aquella manera. No había medidas para evitar falsificaciones, y los bancos empezaron a dar el dinero a cualquier que presentara un papel. Hubo avispados, según Antonio Deza, que intentaron colar simples fotocopias de aquel preciado número, el 42.890. «Cobraron todos puntualmente y sin errores », explica desde la memoria el fundador del grupo.

No es la primera vez que Miguel Molina Baena sale en este periódico , ni tampoco será la última. Es lo que tiene el ser el único lotero que ha habido en Luque desde 1986 haber dado tres segundos premios del Gordo de Navidad seguidos . Fue en 2014, 2015 y 2016, además del segundo premio del sorteo de El Niño de 2014. Molina ha repartido mucha suerte desde que abrió las puertas de su Administración de Lotería hace ya 35 años y, el ser conocido por eso es un privilegio del que pocos pueden presumir.

Muchos foráneos se acercan hasta este enclave, famoso gracias a la cantidad de premios que ha repartido durante estas tres décadas que lleva abierto. «Actualmente viene gente de muchas partes de España a comprar décimos para el Gordo aquí o bien me piden que se los mande. Este año estoy mandando casi todos los días lotería a Barcelona, Madrid, Canarias… a particulares que me los compran a distancia».

Una suerte muy repartida por todo el territorio nacional, pero especialmente entre los vecinos de Luque entre los que hace apenas tres semanas volvió a repartirse un buen pellizco de dinero, por no hablar del inmigrante que se llevó 3,5 millones en la Bonoloto. Algunos no quieren dejar nada al azar y piden fechas concretas de celebraciones o cumpleaños. Aunque este 2021 el número que está arrasando es el 19.921 que coincide con el 19 de septiembre, el día que comenzó la erupción en el volcán de La Palma.

Pero independientemente del premio que toque, lo que mueve a todos los usuarios a comprar un décimo es la ilusión de ser los agraciados. Por eso, Molina apunta que este 2021 se ha notado una recuperación total en cuanto a las ventas obtenidas , tras los duros resultados del 2020 que dejó la pandemia. «Prácticamente se ha recuperado la normalidad de ventas de otros años», afirma.