Se prohíbe pensar

Muy desafortunada ha sido la decisión, aprobada en el decreto de enseñanzas mínimas de la ESO , de eliminar la Filosofía de entre las asignaturas que se han de cursar en cuarto . En la descripción del plan de estudios, aparece de manera reiterada, 87 veces, el adjetivo crítico: espíritu crítico, conocimiento crítico, pensamiento crítico, sentido crítico, juicio crítico, enfoque y punto de vista crítico, fundamentos críticos, análisis críticos, discurso crítico, ciudadanos críticos, lectores críticos, usos críticos, aprovechamiento crítico… Y no hay quien lo entienda, porque no sé cómo se va a conseguir si se desecha la materia que lo hace posible. Nuestra tecnológica sociedad de la información y del conocimiento necesita de la Filosofía , para poder poner el centro de la reflexión sobre la realidad, la persona y las acciones humanas en las finalidades y no solo en los modos y medios.

El ‘sapere aude ’ horaciano, «atrévete a saber» , popularizado por Kant , y que para muchos jóvenes es tan solo el subtítulo de una serie, debe seguir abanderando la necesidad de la Filosofía , del afán por conocer, de la valentía para hacerse preguntas y obtener respuestas sobre uno mismo, el mundo y el sentido de la existencia, de tener herramientas para analizar la realidad y comprenderla, de desarrollar el espíritu crítico, alejándose de la tiranía del pensamiento único, de la inconsistencia del pensamiento ‘ light ’ y líquido. La Filosofía nos resguarda de la imposición de las ideologías, de la confusión de la posverdad y de la practicidad que lo inunda todo, también el terreno de las ideas, incluso de las relaciones personales.

Pensar no está bien visto. Equivocada decisión la de prescindir de la Filosofía . Al menos en Andalucía, el presidente de la Junta difundía su desacuerdo y anunciaba que aquí se mantendrá la asignatura . Y no ha sido el único. Buen ejercicio crítico.