De un marcado perfil feminista

Técnicamente es una aproximación transversal a la situación de la mujer universal descrita con la estética contemporánea obligada por la institución que la paga. Más o menos. Este programa se presenta como un recurso estético impactante que se aleja de lo meramente popular y bullanguero -para eso ya están los partidos y los sindicatos- y eleva su discurso a una simbología apta para mentes cultivadas , no procura la movilización social sino que la sublima apelando a la guerra civil y postguerra española, el episodio más oscuro de nuestra historia que en este contexto es holocausto femenino: se repartirán claveles rojos por el centro histórico de Córdoba en este Actos de Memoria con datos sobre trescientas mujeres juzgadas en aquellos terribles años. Antes, el entorno de la Mezquita Catedral se ha escogido para la perfomance de Doris Hakim , que quiere ser una explicación de esta artista palestina de la mujer a través de los símbolos de las tres religiones monoteístas de su país.

De este bastión «cool» de la lucha feminista pocas conclusiones se pueden extraer más las que en su intencionalidad política deja patentes, esa honda decisión de agitar siempre los mismos símbolos y recuperar la vida de la memoria dolida de madres que han ensayado cada capítulo de su existencia abrazadas al perdón y al olvido. La temática redunda en ese compromiso ciego por entregar a las nuevas generaciones instrumentos para el rencor y evitar en cualquier caso el libre pensamiento.

Tras el ocho de marzo oficial, en colegios de primarias y en institutos muchos alumnos han aprendido que otro discurso no es posible . Aun asumiendo que la igualdad se construye entre todos, la radicalidad del feminismo institucional ha dejado a muchos jóvenes sin voz. Muchas chicas han comprobado que no está previsto en la pedagogía de la igualdad alzar la voz por el hecho natural de la maternidad y su defensa irrenunciable, ni por la opción libre de cuidar un hogar como opción de vida digna y realizada. Existe un veto para consideraciones que defienda la genuina posibilidad de ser madre como hecho superior de lo femenino.

De nuevo , una oferta artística , antecedida por el aroma de acontecimiento cultural, no parece tener previsto esa mirada atravesada por la diferencia , alimentada por la libertad individual que se agazapa tras el discurso dominante de algarada callejera y políticas asidas a pancartas que dan votos.