CRÓNICAS DE PEGOLAND
Manifiesto contra Cruz Conde
Acabar detestando a Mariah Carey, regalar los discos de Miliki. A eso nos habéis condenado
Espectáculo navideño de luz y música en la calle Cruz Conde
Desde aquí lo digo. Estoy del espectáculo de Cruz Conde hasta los pelos de la coronilla y por lo visto le queda todavía tela. Tengo pesadillas con Mariah Carey y su villancico navideño. Mira que le tenía yo fe a ... Miliki y estoy por regalar los discos que conservo de los payasos de la tele. Es llegar al (ex)Foro Romano y empiezan las palpitaciones, te dan dos carritazos de coche en las espinillas, los pisotones caen de cuatro en cuatro y la gente no deja llegar a La Platería, que es un abrevadero de gente elegante, habitualmente calmado como toda la zona Centro. Empezó el invento éste del alcalde Belli y no hay forma de tomarse una caña tranquilo en el Correo, la gente sale corriendo en cuanto las bombillas hacen chín chín para que el niño no pierda ripio de estas cosas que, por lo visto, le hacen ilusión a la gente. Y encima te ponen la caña en plástico. Que ensucia tanto, según dice la muchacha sueca ésta que anda todo el día en la televisión. Punto en contra en materia de sostenibilidad ambiental.
Se sale uno de la redacción a fumarse un cigarrito a ver lo que consuetudinariamente podríamos llamar paseo de tórtolas y lo que hay es un montón de gente con el móvil en alto y mirando la pantalla. La experiencia ya no consiste en ver las cosas sino en grabarlas. En compartir lo que nunca se vio porque se estaba muy preocupado por el encuadre, el balance de blancos, que no tiemble el pulso. Y en los casos de los « influencers », salir en la pantalla con el morro bien puesto, las luces de fondo, el pelo bien alisado y el enfoque justo para el Instagram, ese mundo.
Lo peor de lo peor no es cuando hay gente porque resulta que, a ciertas horas y en ciertos días, en Cruz Conde no hay ni pirri. Y aún así los de Ximénez , que tienen el cielo ganado, siguen erre que erre con Mariah Carey , que si todavía fuese Bambino . Provocando desprendimientos de retina a los pobres de las heladerías que a esas horas de la noche intentan colocar un cucurucho a la gente que se cuaja de frío. Que eso de vender helados en diciembre merece debate aparte. Cruz Conde restallando en luces de colores cuando apenas pasan dos camino del Góngora a echar el cubalibre queda hasta extraño, fantasmal. Diríase que surrealista si toca la canción de Miliki por un casual.
Por este y otros motivos, he aquí el manifiesto. Esto, alcalde, el año que viene al Arenal. O lo hacemos rotatorio y se lo colocamos a los vecinos del Tablero Bajo que seguramente estarán encantados con tal iniciativa. O al menos le damos una vuelta a Mariah Carey por decreto municipal. Que ya nos vamos haciendo una idea qué quiere la muchacha por Navidad . Y que nos va a salir el pico de los derechos de autor por un pico. Tanto como el urbason para los cardenales por atropello de carritos de bebé y la tortícolis de mirar al móvil.
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