Lucas Rojas, el exitoso negocio rambleño fruto de 60 años de esfuerzo familiar

Esa misma emoción con la que Tomás Rojas iba a Sevilla con su padre a comprar libros, brotó de nuevo el pasado miércoles 12 de mayo cuando recordó aquellos inicios de lo que, posteriormente, terminaría siendo un gran legado familiar: «Me quedaba haciendo cola en los almacenes mientras él iba de un lado a otro para ir adelantando. Comprábamos libros, material de papelería o ropa de bebé, lo que ahora llaman diversificación de negocio », recordaba entre las sonrisas de los presentes.

60 años de esfuerzo familiar para Lucas Rojas que han tenido su recompensa y, también, su celebración, en un evento en el que Tomás estuvo acompañado por el presidente de la Diputación, Antonio Ruiz; el delegado del Gobierno en Córdoba, Antonio Repullo; la presidenta de Campiña Sur, Francisca Carmona; y el alcalde de La Rambla, Jorge Jiménez.

Tampoco faltó el presidente de la Confederación de Empresarios de Córdoba, Antonio Díaz, y el presidente de Escuelas Católicas de Córdoba, Antonio Guerra. «Me enorgullezco siempre de decir que es un negocio familiar, pero sobre todo es fruto del trabajo, del esfuerzo, del sacrificio de 60 años de ilusión, de superación e innovación», explicaba emocionado.

Lucas Rojas y su mujer, Mercedes López, siempre se adelantaron a su tiempo. «Mi padre fue un visionario que incluyó, ya en 1987, el primer programa informático para mejorar la gestión de la empresa». Para Tomás siempre fueron un ejemplo, «como persona y como empresario». En esta celebración, de hecho, Tomás definió a su madre movido por la admiración más sincera: «Es mi espejo, mi mayor ejemplo de superación».

Aunque ya era una empresa innovadora y exitosa, en 1994 Tomás decidió introducir algunos cambios, nuevas ideas y savia fresca, para que Lucas Rojas siguiera latiendo a buen ritmo: «Vendí mi coche para comprar una furgoneta con el objetivo de visitar las empresas locales y repartir los pedidos. Los ayuntamientos de la mancomunidad nos hacían los pedidos y en menos de media hora se los servía», presumió durante su intervención.

Con este tipo de iniciativas lograron consolidarse como proveedores líderes en papel, así como en consumibles informáticos y papelería, aunque su verdadera expansión no llegaría hasta 2002, cuando Lucas Rojas ampliaba su zona negocio en Córdoba capital.

Este punto de inflexión llegó en forma de convenio, uno que les hizo suministradores de material escolar a los centros pertenecientes a la Fundación Santos Mártires. «¿En total? Más de una decena de colegios y cerca de 3.000 alumnos», reconoce Tomás. «A raíz de ahí nos especializamos en centros de enseñanza y ese fue el trampolín para convertirnos en lo que hoy somos: el proveedor más importante de los colegios cordobeses», concluyó.

Cuando Lucas Rojas y su mujer, Mercedes López, decidieron abrir en 1962 un un pequeño negocio de librería, papelería, artículos de regalo y juguetería en La Rambla, no imaginaban la envergadura que alcanzaría su proyecto. Las cifras no mienten: a día de hoy la empresa alberga más de 25.000 referencias distintas de artículos disponibles para satisfacer a más de 4.000 clientes activos y se ha extendido por todo el país.

Sobreviviendo a varias crisis económicas e incluso a una pandemia, registra un crecimiento anual que ronda el 20% y consigue más de 400 clientes nuevos cada año. Actualmente, el negocio familiar es dirigido con pulso firme por su hijo, Tomás Rojas, quien ha sido el encargado de recibir el homenaje –coincidiendo con el 60º aniversario de la empresa– que empresarios y representantes de todas las administraciones públicas le han rendido en la localidad cordobesa.

Para más información entra en lucasrojas.com