Las lluvias de primavera aseguran el suministro de agua para el riego en Córdoba este verano

La comisión de desembalse que tuvo lugar en marzo supuso un jarro de agua fría para los agricultores al augurar en ese momento que las autorizaciones se quedarían entre los 2.500 y los 3.000 metros cúbicos de agua por hectárea , muy por debajo de las necesidades de los productores. La situación fue muy diferente en la reunión que tuvo lugar a principios de mayo cuando se incrementaron esas cifras hasta los 4.500 metros cúbicos , una circunstancia en la que influyó el hecho de que las precipitaciones caídas en abril fueran un 46 por ciento superiores a la media histórica. Las noticias fueron más positivas en junio cuando se aprobó un 8 por ciento más de asignaciones hasta llegar a los 4.860 metros cúbicos por hectárea.

El secretario general de la Federación de Comunidades de Regantes de Andalucía (Feragua) , Pedro Parias, señaló a ABC que «inicialmente, sí están cubiertas las necesidades de los agricultores para el verano» ya que «las lluvias de abril y mayo junto con los ahorros que se han conseguido por parte de los regantes en este periodo con agua que se preveía que se iba a consumir, pero que no ha sido necesario utilizar, han provocado que la dotación de agua se haya podido incrementar finalmente hasta 4.860 metros cúbicos por hectárea».

No obstante, hay que recordar que esa cuantía es un 10 por ciento inferior a la aprobada en 2019, cuando se llegó a los 5.400 metros cúbicos , y un 19 por ciento menos que un año normal, en el que se suele suministrar unos 6.000.

Desde Feragua se recordó que la CHG también ha dado visto bueno a la reserva de unos 40 metros cúbicos por hectárea para las necesidades de determinados cultivos, como son los cereales de invierno, que se puedan plantear en octubre y en noviembre si en esos meses la sequía es persistente. «Consideramos que se presenta una buena campaña también por el hecho de que las explotaciones están cada vez más modernizadas por el esfuerzo inversor de los propios productores con nuevos sistemas de riego localizado y, en algunos casos, por aspersión», destacó Parias.

Este dirigente lanzó un mensaje de prudencia al apuntar que «no hay que lanzar las campanas al vuelo porque, con la llegada de las altas temperaturas, han empezado a incrementarse los consumos en las plantaciones y todo dependerá de las lluvias que se registren en otoño, ya que somos conscientes de que las dotaciones de agua para riego dejarán los embalses de la cuenca en torno a un 25 por ciento, unos niveles muy bajos que no dan ninguna seguridad de cara a la campaña del año próximo».

Fuentes de Asaja en Córdoba coinciden con este representante de Feragua en cuanto a que «las perspectivas de los regantes, dentro de la situación de escasez de agua existente, son positivas , algo que no se esperaba que ocurriera en marzo cuando la Confederación dio a conocer sus primeras estimaciones de asignaciones». Desde la patronal agraria afirmaron que «la primavera lluviosa de este año ha permitido salvar los muebles y tener una campaña de riego dentro de la normalidad, algo a lo que también ha influido que los regantes son los primeros comprometido en hacer un uso racional del agua».

Esta organización profesional lleva algunos años demandando que la temporada de riego se planifique durante todo el año y no sólo para el verano puesto que «los cultivos tienen necesidades de agua constantemente». Asaja tampoco se olvida de la demanda de 228 hectómetros cúbicos de agua más para las explotaciones agrícolas de Córdoba que la Mesa del Regadío lleva reclamando desde hace tres años. «No tiene sentido que seamos la provincia que más agua embalsa y que, por el contrario, nuestras dotaciones de agua sean las más reducidas», destacan desde la patronal agraria.

Por su parte, la secretaria provincial de COAG , Carmen Quintero, manifestó que las previsión para el riego en los próximos meses es positiva, «aunque no podemos olvidar que es necesario seguir siendo eficientes en el uso del agua y no despilfarrar los recursos». Asimismo, consideró que «la CHG debe aumentar su inversión en infraestructuras hidráulicas para poder paliar los ciclos de sequía».