Axerquía Norte: Un laboratorio urbanístico en Córdoba con pocos resultados

Los problemas siguen siendo los mismos. Infravivienda, escasez de equipamientos, dotaciones y comercios que hagan atractiva la residencia allí. Este año se cumple una década de la puesta en marcha de la llamada Área de Rehabilitación Concertada Axerquía Norte. La Junta de Andalucía, principalmente, y el Ayuntamiento de Córdoba —mismos protagonistas en tonces, IU y PSOE, que ahora— proyectaban un ambicioso plan de recuperación urbana con cerca de 30 millones de euros en los papeles.

En el contexto del ciclo alto de la economía, la Administración autonómica se convertía en un operador de referencia en numerosos ámbitos degradados de la geografía andaluza. El planning pasaba por rehabilitar cerca de dos mil de las cinco mil viviendas que componen el radio de acción de la Axerquía (con 18 millones previstos), remozar la Ronda del Marrubial y convertirla en algo más que una artería de tráfico, rescatando la muralla y los jardines anexos como un verdadero pulmón de los habitantes de la parte oriental del Casco; arreglar la plaza de San Agustín y situar en algunas viviendas de su entorno una red de equipamientos para el barrio. Sin olvidar, el pequeño comercio, clave para muchas de estas calles y vecinos donde aparcar es una auténtica odisea, donde hay numerosos colegios y donde la temporada alta turística de Córdoba permite a la zona el flujo incesante de visitantes.

Todo parecía perfecto. A los vecinos se les llenaron los oídos de cifras, ayudas, proyectos, infografías, visitas de políticos, fotos... Nada de nada. El nivel de ejecución del plan, todo un misterio a estas alturas, podría estimarse ni en un 40 por ciento. Las grandes intervencione pasaron al olvido. El Ayuntamiento pretende ahora repescar una descafeinada mejora de la Ronda del Marrubial, diez años después, de la mano de la Consejería de Fomento, obviando la parte de la muralla y los jardines diseñada. Sólo el anterior gobierno municipal del PP reservó fondos para la remodelación de la plaza de San Agustín recientemente inaugurada. Pero sigue sin haber hoja de ruta y un planteamiento serio que suscite expectativas.

El nuevo cogobierno de PSOE e IU ha parado en seco el proyecto con una carga añadida de epítetos «ideológicos» que estimagtiza, sobre todo en el caso de la coalición de izquierdas, el intento de revitalizar el pálpito y el aspecto de la plaza porticada.

Con estos mimbres, Izquierda Unida, sabedora además de que tiene fuerza electoral en estos barrios de la Axerquía donde, por otro lado, el gancho de Podemos-Ganemos también ha entrado en franca competencia con la formación comunista, acaba de lanzar el penúltimo experimento para fortalecer la zona.

Los pupilos de Pedro García recolectaron en las negociaciones con el PSOE todo el brazo urbanístico del Ayuntamiento, conocedores por sus trienios en Capitulares del efecto que tienen estas políticas y áreas en el cordobés de bordillo y naranjo.

Urbanismo, Vimcorsa e Infraestructuras recuerda a los tiempos de Andrés Ocaña y Rosa Candelario, pero sin los márgenes de gasto que por aquel entonces se estilaba. En este contexto, los resortes de IU en su pasada alianza en el seno de la Junta de Andalucía con los socialistas, dirigiendo las políticas de vivienda, se trasladan al mapa municipal de Córdoba con un proyecto que despierta, de entrada, recelos y duras críticas en algún caso entre vecinos y partidos de la oposición como el PP y Ciudadanos.