Juanma Moreno: «Córdoba echa de menos a Nieto»

En el marco de la Junta Directiva del PP de Córdoba, Moreno aseguró que su partido está ahora recogiendo lo sembrado en tiempos difíciles de ajustes y decisiones dolorosas. «Cuando asumí la dirección del PP andaluz», recordó, «el panorama era adverso». Pero ahora el contexto ha cambiado y las últimas elecciones muestran una tendencia al alza que da al PP la oportunidad de ser «alternativa en Andalucía».

A su juicio, la ciudadanía está pidiendo a las diferentes fuerzas políticas entendimiento. Por este motivo, pidió a la presidenta del PSOE andaluz, Susana Díaz, que apueste por la abstención en la investidura de Rajoy y no bloquee la formación de gobierno. «Si quiere asfixiar a Pedro Sánchez , que no coja a los españoles como rehenes», afirmó. Pidió a Díaz la coherencia que sí percibe en otros representantes del PSOE, como Guillermo Fernández Vara , y abandone «la ambigüedad permanente» que le hace decir, por un lado, que no se pueden consentir unas terceras elecciones; por otro, que no permitirá un gobierno del PP.

La clave del auge del PP en la provincia está, a juicio de José Antonio Nieto , en que desde la última convención el partido ha sabido «escuchar» a su militancia y a su corazón y «adaptar la campaña a cada municipio». Los resultados del 26 de junio revelan que el PP es capaz de «ganar en cualquier sitio y convencer a cualquier persona» desde la humanidad.

Nieto desgranó algunos hitos logrados por el PP en las elecciones de junio, en las que su lista triunfó tanto en pequeños municipios como en la capital, creciendo en todos los puntos de la provincia en una horquilla de entre 2,8 y 4,5 puntos. Zonas rurales como la Granjuela no se resistieron a pintarse de azul, apuntó, ni tampoco localidades como Pedro Abad o Hinojosa del Duque . Pero el resultado de la capital fue el más celebrado por el exalcalde, que recordó que «no es fácil llegar a todos los barrios» de una ciudad de 300.000 habitantes. El futuro, para Nieto, se avecina azul, y espera que lo mismo suceda en el Gobierno de Andalucía, que tiene que dejar de ser «la tierra del quejío».