Después de Roma y antes del islam

Frente a ellos, los visigodos, menos bárbaros que los vándalos que saquearon la capital de la Bética en el 411, pero bárbaros al fin y al cabo y, además, de religión arriana. Los seis siglos de paz romana que encumbraron a la Colonia Patricia quedaron definitivamente atrás.

Y aquella Córdoba le plantó cara al reino visigodo y mantuvo la independencia frente a Toledo a costa de batallas y sufrimientos. No estuvo sola, porque la misma causa defendían Sevilla y otras ciudades de la actual Andalucía. Y como aliados, lo que más semejaba a la antigua Roma, el Imperio Romano de Oriente , los bizantinos, presentes militarmente en la costa sur de España.

Como san Agustín en Cartago , actuaba como aglutinador y seña de identidad, el cristianismo y, por tanto, su potente jerarquía episcopal. Por eso son tan importantes los hallazgos arqueológicos de estos días en el Patio de los Naranjos de la Mezquita-Catedral, recogidos por ABC , que apuntan a un notable edificio de representación eclesiástica de dicha época, próximo a la basílica de San Vicente , el principal templo que tenía la ciudad cuando llegase la invasión islámica.

Finalmente, Córdoba fue conquistada en el 583 , durante la guerra entre Leovigildo y su hijo Hermenegildo . Seis años después, el nuevo rey, Recaredo , abjuró del arrianismo y abrazó la religión cristiana, logrando una síntesis con la mayoritaria población hispanorromana. Luego, las fuentes nos hablan de una postración de Córdoba a lo largo del siglo VII, en una decadencia paulatina de toda España hasta la conquista musulmana del año 711.

Abderramán I aprovecharía columnas y capiteles romanos para la construcción de su Mezquita, sobre el solar de San Vicente , procedentes de los magnos edificios que aún conservaba aquella Córdoba que se había resistido a dejar de ser patricia.