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La Custodia viva de Van Thuan

No habrá Corpus de juncias y romero pero sí su esencia

Francisco Javier Nguyen Van Thuan JULIÁN DE DOMINGO

HOY es la fiesta del Corpus Christi , instituida por el Papa Urbano IV en 1264 , como exaltación de la presencia real de Cristo en la Eucaristía . Desde los años 60 del siglo XX , se celebra también ... como Día de la Caridad . En España , desde el XV , es una de las solemnidades religiosas más importantes del año. Nuestro patrimonio se dotó de espléndidas custodias para pasear al Santísimo Sacramento por ciudades y pueblos, y la cultura y la religiosidad popular dedicaron sus mejores obras al «amor de los amores». Este año calles y plazas no se llenarán de juncia y romero, ni de serrín de colores, quedarán desiertas, sin procesiones fuera de los templos. Un Corpus especial, que merece una historia especial como esta.

François-Xavier Nguyen Van Thuan era arzobispo de Saigón , capital de Vietnam del Sur , cuando las fuerzas comunistas la conquistaron en 1975 . Inmediatamente fue detenido y encarcelado, sin juicio ni sentencia, acusado de formar parte de un complot «entre el Vaticano y los imperialistas». Estuvo trece años en prisión, los nueve primeros en régimen de aislamiento. Sí, el comunismo, esa ideología que la izquierda política y mediática no ha dejado de maquillar en sus crímenes, negándose además a aceptar que un demócrata no es solo antifascista, sino también anticomunista.

Cuenta Van Thuan en su libro «Testigos de esperanza» que, al arrestarle, se marchó con las manos vacías. Al día siguiente le permitieron escribir a los suyos para pedir lo más necesario y añadió: «Por favor, enviadme un poco de vino como medicina contra el dolor de estómago». Sus fieles comprendieron y le enviaron una botellita de vino de misa, etiquetada como «medicina contra el dolor de estómago», y hostias escondidas en una antorcha contra la humedad. Diariamente, con tres gotas de vino y una gota de agua en la palma de la mano, celebró la misa:

«En el campo de reeducación dormíamos en un lecho común, cada uno en medio metro. Nos arreglamos para que hubiera cinco católicos conmigo y al apagarse la luz me encogía en la cama para celebrar la misa de memoria y repartía la comunión. Fabricamos bolsitas con papel de cigarrillos para conservar el Santísimo Sacramento y llevarlo a los demás. Jesús Eucaristía iba siempre conmigo en el bolsillo de mi camisa. Jesús en la Eucaristía se convirtió para mí y para los demás cristianos en una presencia escondida y alentadora en medio de todas las dificultades y fue adorado clandestinamente, como tantas veces ha sucedido en los campos de concentración del siglo XX . El testimonio de servicio y de amor de los cristianos impactó en los prisioneros no cristianos para alcanzar la fe».

Van Thuan fue puesto bajo arresto domiciliario en 1988 . En 1991 el régimen vietnamita le permitió viajar a Roma , pero no regresar. Nombrado cardenal en 2001 , falleció al siguiente año. Hoy el Corpus grita amor y fraternidad, no en las calles sino donde importa más, en los corazones, y nos recuerda el testimonio de Van Thuan como custodia viva.

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