¿Qué podemos hacer por Córdoba?

Abro dos frentes diferentes pero coincidentes en el objetivo al que pretendo llegar. El primero corresponde a los responsables de nuestras instituciones, principalmente nuestros políticos . Nada más necesario para Córdoba que tratarlos como servidores públicos. Eso son y para eso les pagamos . Le entregamos parte de nuestro esfuerzo y trabajo para que gestionen de la mejor y más económica manera las necesidades de los ciudadanos y de la ciudad . Seamos exigentes con ellos. Respetuosos sí, pero muy exigentes . No renunciemos a esa obligación que tenemos para con Córdoba, controlando y arreando si falta hace a quienes, como gobierno, oposición o desde la Universidad, tienen que responder puntualmente de su trabajo. En segundo lugar, somos nosotros de forma individual los que tenemos que tratar como se merece el patrimonio material e inmaterial de Córdoba. Demostrando con ello que somos merecedores de la Córdoba que la historia y la naturaleza nos ha obsequiado. A mi edad he llegado a la conclusión que parece ser más fácil adquirir un bien que conservarlo. Pero no por eso alcanzo a comprenderlo. Conservar nuestras costumbres, lo nuestro, es la única manera de demostrarle nuestro aprecio. Nadie descuida aquello que le genera felicidad. S eamos exigentes con nosotros mismos para mimar aquello que Córdoba nos entrega para nuestro disfrute.

Córdoba nos da mucho. Ahora somos nosotros los que tenemos que responderle si de verdad la queremos y admiramos. Haciéndolo sólo actuamos como demócratas. ¿Estamos dispuestos?