La Guardia Civil crea una película de acción trepidante en el Coso de los Califas de Córdoba

Tampoco de una escena de dobles de la nueva de James Bond. Son miembros de la Unidad especial de intervención de la Guardia Civil en la demostración que este cuerpo ha realizado en la Plaza de Toros de Córdoba .

La Benemérita suma así otra actividad al conjunto que está desarrollando desde hace días en Córdoba con motivo de la celebración de su patrona . En este caso un verdadero espectáculo donde diversas unidades han exhibido sus habilidades ante una notable concurrencia familiar en la zona de sombra.

Muchos padres con sus hijos acudían a la llamada de una Benemérita que este año cumple 177 años de andadura, y que el maestro de ceremonias recordaba con un pequeño homenaje a tantísimos agentes que trabajaron en el cuerpo y ya no están.

Tras un saludo protocolario a caballo y la comentada escena del helicóptero, el Coso de Los Califas se convirtió en lo más parecido en vivo y en directo a una película de acción trepidante donde iba pasando de todo.

De pronto hacían acto de presencia los componentes del Grupo de Reserva y Seguridad , conocidos entre los propios agentes como «los chicos de negro». Protegían a una persona VIP a quién un perturbado armado con un cuchillo pretendía agredir. Éste terminaba reducido sin daños tras una maniobra de distracción en la que participaban agentes armados con escudos.

Pero el agresor también había lanzado una mochila , momento es que hacen acto de presencia los agentes expertos en desactivación de artefactos explosivos. El público animó fervientemente a un robot encargado de asir la bolsa y ponerla en sitios seguro. Luego otro agente protegido con un traje de 40 kilos corroboró que la explosión controlada, que la hubo dentro de una especie de cubo especial, fue un éxito.

El despliegue fue total con la exhibición canina . Con explicaciones humorísticas por parte de los presentadores, se establecieron varios escenarios. Uno en el imaginado Museo de Bellas Artes. Otro en los jardines del Alcázar . Se producían una serie de robos e incluso los ladrones se llevaban como rehén al guardia de seguridad al que previamente habían apuñalado.

Eso sirvió para mostrar el adiestramiento en facetas pocos conocidas de algunos de los perros policía. Entre ellas la detección de dinero de curso legal, de objetos de marfil , de seres humanos ocultos o de restos biológicos. Entre los cánidos estuvo la perra que encontró el cadáver de Blanca Fernández Ochoa.

No faltaron los ataques a los 'malos' por parte de un ejemplar de pastor belga malinois, incluyendo una vistosa emboscada con un agente cuerpo a tierra y justo debajo el perro, reptando ambos con sigilo hasta dar la orden. El perro entró en una furgoneta y sacó literalmente al 'malvado' a rastras hasta la arena. El magnífico animal debió haber salido por la puerta grande.

Fue por esa puerta grande por la que entró luego un escuadrón de caballería con grupo de clarines para una exhibición ecuestre que dio paso a la formación de todos los participantes, concluida con grandes aplausos y la música del himno de la Guardia Civil que cerraba una ilustrativa y divertida demostración.