El Guadalquivir y sus temibles crecidas a su paso por Córdoba

Así, la crecida registrada en 1698 hundió un arco del Puente Romano ; la de 1962 obligó a sacar al Santísimo del a parroqua de San Nicolas de la Ajerquía, y la de 1698 llegó a inundar el barrio de San Lorenzo , relata Solano. «En algunos casos, el nivel del agua subía tanto que las barcas navegaban por la Fuensanta y la calle Lineros».

De hecho, como recoge este libro, las riadas eran tan usuales que, por ejemplo, en las jambas de Bodegas Campos aún se aprecian unos canalillos labrados en la piedra en los que se introducían las tablas protectoras contra las inundaciones.

«En el pórtico y el entorno del santuario de la Fuensanta se pueden ver algunos azulejos empotrados en los muros que testimonian fuertes subidas del Guadalquivir», apunta el texto.

Pero en época más reciente, el río, irrefrenable e impetuoso, ha superado su cauce y provocado más de un estrago: «Así, en 1947 y 1951 el agua a negó el estadio de El Arcángel y casi llegó a tapar los ojos del Puente Romano».

Solano menciona una curiosidad en su libro: «viejas crónicas aseguran que se llegaron a pescar en el río sollos y esturiones , que subían aguas arriba pra desovar, de cuyas huevas se obtenía el preciado caviar».