Gratitud e ilusión desde el IAPH

El IAPH tiene su sede en Sevilla , en el Monasterio de la Cartuja, y una subsede, el Centro de Arqueología Subacuática en Cádiz, en el Balneario de la Palma. La Cartuja sevillana fue creada junto al río en 1401 a partir de la ermita de las Cuevas por cartujos venidos del Paular (Burgos) con el apoyo del arzobispo de Sevilla. Por allí desfilaron personajes sobresalientes de la Historia de España hasta que cayó con la Desamortización de 1836 . Poco después se transformó en fábrica de cerámica de la firma Pickman hasta el último cuarto del siglo XX, cuando la empresa se trasladó al cercano municipio de Salteras. El edificio fue declarado Monumento Nacional en 1964 y en 1982 expropiado por el Estado. La Junta lo restauró y en la Exposición de 1992 fue cedido para Pabellón Real.

En el IAPH trabajan alrededor de 120 profesionales altamente especializados. Historiadores, restauradores, arquitectos , paisajistas, químicos o biólogos se encargan, por ejemplo, desde restaurar la Virgen de las Angustias de Córdoba, el Cristo del Amor de Sevilla, el cuadro «Finis gloriae mundi» de Valdés Leal o los estandartes de los Reyes Católicos de Granada, al testamento de Fernando de Magallanes o los mosaicos romanos de Écija, y de elaborar el Atlas del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad Andaluz o el Plan Director de Medina Azahara. Allí llego ilusionado y con deseo de darle un impulso, principalmente en la investigación y divulgación.

Y como de bien nacidos es ser agradecidos, gracias a Patricia del Pozo , consejera de Cultura y Patrimonio, por haberme valorado y elegido para este puesto. A Macarena O’Neill, secretaria general del Patrimonio Cultural, quien desde el primer día me ha tendido la mano para coordinarnos, y a todo el equipo de la Consejería por hacer que me sienta integrado. A los trabajadores del IAPH por su cordial recibimiento. A la Universidad de Córdoba y a Loyola Andalucía , mis centros de trabajo tras concluir mi etapa en la Subdelegación del Gobierno en Córdoba. A mis amigos de antes, durante y después de esa etapa, a los que conocí entonces y han seguido a mi lado, gracias a todos por estar ahí y por alegraros de corazón con mi nombramiento. Gracias a los medios de comunicación por el tratamiento de la noticia y especial gratitud a Javier Amorós , compañero de columnas de opinión en ABC, por su artículo . Y gracias a Dios , que siempre, siempre tiene la última palabra en la Historia.