Venden los últimos suelos no desarrollados anexos al plan Renfe de Córdoba

El plan parcial Renfe reguló los terrenos liberados del ferrocarril por medio de una empresa municipal creada al efecto, Telfeco. La línea de fachada correspondiente a la avenida de la Libertad que ya se encuentra totalmente edificada. Con la aprobación del Plan General, se generaron operaciones parciales de suelos que se revalorizaron en los bordes de los barrios de Huerta de la Reina o Valdeolleros, entre otros. La transformación llegó hasta Fuente de la Salud y generó la transformación de parte del polígono industrial de Chinales.

El PGOU pintó un plan de reforma interior sobre las antiguas casas del arranque de la avenida de Trassierra , una zona tremendamente fragmentada a efectos de propiedad y que tenía que haber sido urbanizada hace años. Al proyecto le cogió de forma relevante la crisis inmobiliaria de 2008 y quedó como una especie de enorme solar que tiene que ser parcialmente expropiado para la primera fase de ampliación de la avenida, que la Gerencia de Urbanismo está ahora gestionando.

La empresa que encabezó el desarrollo de los suelos inicialmente era Ahihotec, ligada a Vat-Sur, una empresa de comercialización de automóviles. De ahí, pasó a Barin Inmobiliaria. Durante la crisis, cayó en manos de Caja Castilla-La Mancha que la depositó en una filial de activos de suelo. El Estado acabó interviendo la entidad de la que dependía Midamarta. La última operación es la venta de los activos de Midamarta a Estena Inversiones, que está agrupando la parte de pequeños propietarios de la zona.

La junta de compensación del plan especial tuvo siempre un problema de fragmentación. Allí tienen propiedades, por ejemplo, el Obispado de Córdoba . Como dato curioso, tiene intereses el Partido Comunista de España que adquirió una serie de casas cuando tenía acceso a créditos de Cajasur con el objetivo de revalorizar la inversión. Resumiendo: especuló . El partido ha usado las viviendas que tiene en la zona como centro de formación para su militancia y para las reuniones orgánicas.

Fuentes del sector han explicado que el propósito de la nueva propiedad es impulsar la urbanización y edificación de los terrenos que tienen una situación muy cercana al Centro . La nueva propiedad, explicaron, ha asumido la responsabilidad de la junta de compensación, las negociaciones con Urbanismo de los numerosos frentes abiertos y la agrupación de pequeñas participaciones.

El sector tiene. según el plan especial de reforma interior que se aprobó en su día por el Pleno del Ayuntamiento, una extensión total cercana a los n ueve mil metros cuadrados brutos de los unos 4.500 se reservan a residencial y, el resto, al viario interior. Las promotoras trabajan en metros cuadrados techo porque es la forma en la que se calculan las potencialidades de vivienda de una zona concreta.

En esas magnitudes, se generan dos manzanas en el sector. La más cercana a la estación de autobuses es la mayor con casi diez mil metros cuadrados techo. La más pequeña, en la zona norte del sector, roza los cuatro mil metros cuadrados techo. Entre ambas propiedades se diseñó un viario interior. Todo el conjunto tiene que ajustarse a las determinaciones del nuevo trazado de la avenida de Trassierra , que lleva años siendo reformada por el Consistorio tramo a tramo.

Los distintos propietarios del sector pretendían aprovechar el tirón que tuvo Renfe a finales de los años noventa y principios del presente siglo para la elaboración de un plan de obras que pasaba por la urbanización del plan especial durante dos años. El proyecto fue aprobado en 2003, dos años después de la primera aprobación del PGOU , dado que se entendía que el impacto de la operación del ferrocarril hacía viables este tipo de suelos. La historia que ocurrió después es distinta. Los promotores tuvieron que realizar una tramitación de una modificación como consecuencia de la detección de problemas en determinadas magnitudes utilizadas.

En el anterior gobierno del Partido Popular , se optó por la demolición casi total del sector como consecuencia de que era un foco de problemas. Tradicionalmente, esa zona estaba ocupada por una serie de casitas de colonia tradicional popular que se habían quedado en tierra de nadie entre los crecimientos de las Margaritas, la Huerta de la Reina y Renfe. Las viviendas comenzaron a ser un foco de problemas de ocupaciones y vandalismo.

La junta de compensación, que asumió Urbanismo durante una parte de su desarrollo, optó por el realojo de los habitantes de algunas casas y su derribo con el objetivo de evitar más problemas de los que ya estaban produciendo. Ordenó también el vallado de la zona .