Francisco Bocero: «Fernando VI era un amante de la paz y no quiso guerra con Francia ni Inglaterra»

En la corte de Fernando VI aparecen espías. ¿Qué buscaban?

Los espías eran muy habituales en las cortes. El marqués de Ensenada desarrolló un sistema bastante sofisticado, y era una cosa muy necesaria porque se necesitaba saber qué ocurría o qué iba a ocurrir. En la novela se necesitaba saber si hay un cambio o de rey de España, si Fernando VI va a morir con cierta rapidez una vez que muere la reina, o va a haber una abdicación o un cambio y va a ser su hermanastro, Carlos III el que se haga cargo de la corona. Hay una presión incesante para ver si España se une o a Francia o evita entrar en la Guerra de los Siete Años. Es la primera guerra mundial que se conoce. Había muchos intereses, y España, que vuelve, en la primera mitad del siglo XVIII, a recuperar un papel muy importante. Francia quiere que se una a ella e Inglaterra quiere evitar su entrada.

¿Qué ha encontrado en el reinado de Fernando VI, tan desapercibido?

No es una época a la que se haya prestado atención por dos razones. Uno, porque el miso rey era consciente de sus limitaciones, y dos, porque asociamos los reinados a las grandes guerras o contiendas militares, y Fernando VI era un absoluto amante de la paz , no quería en absoluto guerra ni con Francia ni con Inglaterra. La Ilustración española, que había arrancado en los últimos años de Felipe V, da un salto importante en estos años. Hay cosas importantes como la flota que empieza a reforzarse, y no sólo militar, sino científica, con marinos como Jorge Juan y como Antonio de Ulloa .

¿Qué Fernando VI aparece en la novela, qué le ha atraído de él?

No estaba destinado a reinar, era el tercero en la línea de sucesión. Lo obligan a casarse con Bárbara de Braganza , muy poco agraciada físicamente. Él no podía tener hijos, ella también tiene dificultades por su mucho peso. Y sin embargo acaban enamorándose profundamente, porque era una de las reinas más cultas de Europa, con muchísima diferencia. En idiomas, en música, tocaba con Farinelli. Es la época de los grandes conciertos en Aranjuez , con barcazas en el río, en los cuales la Orquesta tocaba en las barquezas y los reyes escuchaban música, y la gente esperaba en la orilla. Le llamaban la flota del Tajo. Me llama la atención que muere la reina y él, que ya había tenido algunos episodios de la enfermedad mental que heredó de su padre, de repente se le dispara esa demencia y lo llevan a Villaviciosa de Odón , con intención de que no tenga ningún recuerdo de la vida con la reina.

¿Y cómo vive allí?

El grueso de la novela se desarrolla en los primeros meses, cuando se encuentra solo con el ministro principal, Ricardo Wall , aunque el rey ya no quiere hacer mucho caso a lo que pasa. También es una reflexión personal de él, a través de su médico, cuando es consciente de que está al borde de la muerte. En los instantes de lucidez va recordando esa soledad. Repasa un poco esa soledad interior, en que salvo el periodo de vida en común con Bárbara ha vivido solo y se ha quedado solo, a pesar de ser una de las personas más poderosas de la tierra. Quería hacer esa reflexión con la soledad y sobre la presión de unos y de otros para incorporarse a la Guerra de los Siete Años .

¿Qué ha encontrado en la música de este tiempo para darle tanto protagonismo?

Hay mucha emocionalidad en determinados momentos de la novela, en lo que tiene que ver con el perfil del rey. Visualizo mucho a través de la música , y eso pasaba por la música barroca, que tiene una riqueza impresionante. Y además, la música tiene un papel predominante en la vida del rey. Hay un gusto por la música muy importante en las cortes. Asocio mucho el momento con la música, de los grandes maestros. Haendel , Albinoni, con la música se convivía.