Estamos «en esos días»

Cada uno puede celebrar lo que le venga en gana, ¡faltaría más!, pero al menos a este que les habla cada vez le da más pereza atender a las muestras de ego inflado y a los esfuerzos por hacer brillar histriónicamente la s señas únicas frente a lo que nos une con el resto de España . Tengo alergia a los nacionalismos, qué quieren que les diga, y a veces todo este tinglado del andalucismo me rechina precisamente a eso.

Soy consciente de que lo que expreso no es políticamente correcto (a Dios gracias) pero incluso añadiría que echo en falta el mismo furor identitario cuando de celebrar el Día de la Hispanidad se trata: no recuerdo haber visto a un solo escolar con la bandera de España pintada en su mejilla el 12 de octubre (excepto cuando juega la selección española) como sí los he visto con la bandera de Andalucía en la mejilla estos días (y con trabajos manuales alusivos bajo el brazo, y cantando el himno en arrobada actitud , y dando cuenta de los muy progres desayunos molineros, y...).

Ya que hablamos de banderas hay que hacer notar que Córdoba ya tiene la de Andalucía en tamaño triple XL para demostrar quién la tiene más grande. La izó el día previo al grandioso 28-F nuestra alcaldesa , de quien uno de sus conmilitones dijo recientemente que «Isabel Ambrosio es bondad, inteligencia y diplomacia» ; sólo le faltó decir que también era el mejor delantero centro que pudiera tener el Real Madrid . Como ven, hoy día todo es hipérbole y exageración.

Y no es que no quiera yo a Andalucía, quiá, lo que pasa es que lo veo todo muy exagerado y, a veces, cuando nos pasamos de finos nos convertimos en cochinos . Que tampoco estoy insultando a nadie, no. Solo tiro de refranero de mi suegra a quien Dios guarde muchos años.

Fue el mismo presidente de la Junta de Andalucía quien en su discurso institucional tuvo que exhortar a los andaluces para que nadie patrimonialice el 28-F , dejando caer, por tanto, que Andalucía es objeto de codicia política interesada. No descubrió la pólvora en esta ocasión. Luego vinieron otras intervenciones como la de la presidenta de la mesa del parlamento que nos vino a hablar de la unidad frente a la violencia machista , cubriendo así uno de los bloques que obligatoriamente deben concurrir en el discurso público. No era cuestión porque no era el sitio ni el momento, pero deberían haber continuado el guión progre y haber cubierto también el bloque anti-Trump y el bloque anti- Israel . Otra vez será.

Una de las pocas cosas interesantes ocurridas este Día de Andalucía fue el reconocimiento a la egrabrense Fundación Aguilar y Eslava que fue meritoriamente homenajeada como una importante institución educativa responsable de la excepcional formación de muchas generaciones en la ciudad de Cabra y de otras localidades del entorno.

No bien hemos sobrevivido a los fastos andaluces cuando ya se nos echa encima otro invierno nuclear de la mano de las huelgas feministas del 8 de marzo que se avizoran los próximos días. Otra vez hemos de hacer frente a los disparates, las ocurrencias y los delirios de género que nos ofrecerá el marxismo-feminismo que ocupará las calles para hacernos pasar a algunos vergüenza ajena. ¿Pero quien dijo que la vida en sociedad era fácil?