Un enfermo de ELA de Fernán Nuñez subirá al Teide para reclamar más apoyo y fondos para investigación

El mazazo de su diagnóstico no lo hundió. Fue una prueba más para testar su resiliencia. Desde entonces no ha parado de luchar contra la enfermedad en el ámbito particular y público. Impulsó la asociación Saca la Lengua a la ELA , que ha contribuido en su corta trayectoria a hacer visible esta enfermedad y a concienciar a la población.

Gracias a esta asociación ha recuperado también la ilusión por la competición. Miguel Ángel será uno de los cuatro enfermos que participará en el reto de subir a la cima del Teide desde el nivel del mar. O lo que es lo mismo, una ascensión de 3.718 metros de desnivel positivo.

«Me siento un privilegiado por tener esta oportunidad. Estoy muy ilusionado», reconoce Roldán ante el desafío de subir al techo de España, el tercer mayor volcán de la tierra tras el Mauna Kea y el Mauna Loa , ambos en Hawai. El reto se realizará en tres etapas, del 24 al 31 de octubre.

Roldán, junto otro enfermo de ELA, Jaime Lafita , participará de forma activa. Los otros dos componentes, con su enfermedad más avanzada y movilidad reducida, participarán desde la distancia. Acompañarán a sus compañeros en cada paso, cada resuello... Porque habrá conexiones en directo en redes sociales, así como una cobertura diaria a cargo de la productora Ikaika Media, que se encargará de hacer un vídeo resumen diario. Las televisiones autonómicas Canal Sur y Euskal Telebista también se harán eco de esta gesta para dar visibilidad a esta enfermedad.

Roldán informó de que antes de partir, a pie de playa, recogerán dos botellas con un mensaje dentro. En su interior van los pensamientos de Pablo Olmos e Itziar Santisteban , los otros dos enfermos que participarán desde la distancia en este reto.

Cuando Miguel Ángel y Jaime lleguen a la cima del Teide, porque no cabe duda de que volverán a sacarle la lengua al ELA, abrirán las botellas y leerán las cartas. Será sin duda uno de los momentos más emotivos. Será entonces cuando estos cuatro enfermos griten desde el techo de España que hay que poner fin al ELA y reclamen más medios para una enfermedad que hoy por hoy no tiene cura.