Emoción y agradecimiento en los premiados con la Medalla de las Bellas Artes en Córdoba

José Luis Perales, Hombres G, el hijo de Luis Eduardo Aute, Juan Echanove, María Luisa Merlo, Fuensanta Nieto y Enrique Sobejano y Eva Yerbabuena aguardaban su momento con una emoción que no siempre podían, ni querían, ocultar, aunque lleven muchas distinciones a sus espaldas.

Entre el público que asistió el acto había una nutrida representación de la cultura de Córdoba. Vicente Amigo había ya recibido la medalla hace pocos años. La cantante Vega , el productor y compositor Manuel Ruiz «Queco» , las actrices Macarena Gómez y Marisol Membrillo , el pintor José Luis Muñoz y el escultor José Manuel Belmonte quizá soñaran con el momento de verse como sus compañeros.

Al terminar el acto en que recibieron de Sus Majestades los Reyes esta distinción que concede el Consejo de Ministros se sirvió un cóctel en el Patio Barroco de la Diputación Provincial, donde premiados e instituciones compartieron conversación. En otra parte, los premiados atendían a los medios de comunicación.

Lolita , que había tomado la palabra en representació de todos los distinguidos con la medalla, aseguró que premios como este sirven para reconocer «el esfuerzo, el trabajo, las horas de carretera y el subirse a un escenario cuando las circunstancias personales no son buenas». La bailaora Eva Yerbabuena mostró su orgullo por un premio que reconoce el valor de la creación, mientras que el cocinero José Andrés , afincado en los Estados Unidos, hizo balance del mucho trabajo desarrollado.

José Luis Perales , autor de más de 500 canciones, se confesaba ante los micrófonos como «tímido», a pesar de tanto tiempo cantando. «Yo quería ser compositor, y no cantante, tuvieron que empujarme a un escenario», aseguró para mostrar su orgullo por el premio y por tantos aplausos recibidos en su carrera. Muchos se hicieron fotos con él, como también con los componentes de Hombres G, que hicieron honor a su fama de juguetones cuando David Summers atendía a la prensa y los demás se hacían fotos a sus espaldas. Al fin y al cabo, a cada uno lo han premiado por ser él mismo.