Los divorcios caen un 20% en una década gracias a una importante bajada de matrimonios en Córdoba

Antes de sacar conclusiones precipitadas hay que tener en cuenta una variable importante, también avanzada por el Instituto Nacional de Estadística : la gente se casa cada vez menos en Córdoba . Así, los últimos datos ofrecidos por el INE señalan que en 2020 en la demarcación se dieron 1,56 uniones regladas entre personas de distinto sexo o del mismo por cada mil ciudadanos, cuando este registro era de 3,67 un decenio antes: el descenso ha sido del 57 por ciento en el periodo referido.

En conclusión: es cierto que hay menos divorcios en la provincia según avanzan los años, pero también el número de matrimonios desciende y a un ritmo más rápido que el de las rupturas.

Hay otro elemento que conviene tener en cuenta: la edad en la que los cordobeses se deciden a pasar por el juzgado o por el altar es cada vez más tardía. El Instituto Nacional de Estadística señala que en 2020 los paisanos formalizaron su relación de pareja con 37,6 años, cuando en 2010 ésta era de 31,9: casi seis años más en solo un decenio. Y hace veinte años, el dato era de 28,6 años: la diferencia es de casi una década.

El análisis minucioso de la estadística deja otra conclusión relativa a la pandemia : en 2019 , el primer año del coronavirus , la edad media de pronunciar el 'sí quiero' era de 34,81 años, y solo doce meses después era de 37,6 años. En solo doce meses, justo en los que el azote del Covid ha sido más fuerte, el envejecimiento ha sido de tres años.

La edad en la que los cónyuges deciden poner fin a la relación también es más avanzada conforme pasan los años, y ello tiene que ver en gran medida por el citado hecho de que la formalización de las uniones también es cada vez más tardía. Así, la edad media de las parejas que han roto en 2020 es de 47 años, cuando hace una década era de 43.

Manuel Trujillo, investigador del Instituto de Estudios Sociales de Andalucía (IESA) y coordinador de la Unidad de Estadística señala que «queda claro que la gente tarda más tiempo en divorciarse: si lo hace es después de más tiempo casados».

«Y también es verdad que las personas demoran cada vez más el momento de casarse, porque se impuesto que haya primero una convivencia, y dejar el matrimonio para cuando se tiene el primer hijo o para cuando llega el momento de comprarse una casa», indica el especialista, que añade que «si los matrimonios duran ahora más, eso tiene que ver con que los que hay son más sólidos al producirse más tardíamente, al haberlo pensado más: los divorcios tempranos tienen que ver con frecuencia con los matrimonios prematuros o precipitados».

Trujillo , al analizar los datos que ha difundido el Instituto Nacional de Estadística puntualiza que «en 2020 se ha casado menos gente en Córdoba , pero hay que tener en cuenta que 2020 es un año excepcional por el coronavirus: lo normal es que en 2021 haya un repunte de uniones».

Laura Esteban es doctora en Psicología y sexóloga, y da clases en la Universidad Loyola de Andalucía . Ella es de la opinión de que tras estos datos se encuentra una cuestión económica fundamental. «Y es que divorciarse es caro económicamente hablando, por un lado, por el propio proceso de divorcio y, por otro, en términos de gestión independiente de cada una de las personas que componen el matrimonio (en lugar de dos sueldos, si los hay, se pasa a solo uno, más el alquiler de vivienda de la persona que deja el domicilio común, etc.) y de los hijos en común si los hubiese (manutención y otro tipo de gastos)», indica la especialista.

«Aunque quizá, otro tipo de explicación posible sobre la reducción de la tasa de divorcios sea que las parejas decidan seguir unidas legalmente, aunque haciendo vidas independientes, pero compartiendo vivienda, cuidado de los menores, etcétera. Y finalmente, otra posible causa es que las parejas, ante el surgimiento de dificultades diversas en la relación, que siempre surgen, busquen ayuda o apoyo en terapeutas de pareja, de modo que les ayuden a encontrarse de nuevo como pareja y reconducir dichas dificultades», agrega.

En relación al retraso de la edad del matrimonio, Esteban coincide en que tiene que ver con una cuestión de índole económica y social. «Por un lado, cada vez invertimos más tiempo en formación académica, lo que hace que se retrase la edad de acceso al mercado laboral. Este hecho, unido a los bajos salarios y a la precariedad, dificulta la posibilidad de ser autónomo e independiente económicamente, aspecto fundamental para poder unirse a otra persona o personas», indica Esteban.

«Asimismo, en un mundo globalizado y cambiante, también existen más posibilidades de conocer y descubrir a otras personas, de modo que quizá ya no nos conformemos con la primera persona que conocemos, sino que a nivel relacional se establecen (o se pueden establecer) diversas relaciones previas al hecho de dar el paso de casarse», suscribe la profesora del Departamento de Psicología de la Universidad Loyola Andalucía .