FIESTAS
«La diablilla» vuelve a acechar en Montoro
Año tras año, este ser ataca a los lugareños hasta que es atrapado por San Bartolomé
ANDRÉS ORGAZ
Montoro festeja hoy su día grande con motivo de la onomástica de San Bartolomé , el patrón, protector del municipio desde que el rey Fernando III «El Santo», en 1240, conquistara definitivamente la ciudad . Pero ocurre que, año a año, un ser ... endemoniado se impone a la tranquilidad de la que los montoreños disfrutan. Ayer, a las doce horas, con puntualidad terrorífica, la «Diablilla», personaje místico de la tradición religiosa de la ciudad, volvió a escaparse de las mazmorras de la parroquia de San Bartolomé. A continuación, alcanzó la plaza de España, para llevar a cabo su cometido, sembrar el pánico entre montoreños y visitantes.
Cuenta la leyenda desde tiempos inmemorables que, como escenificación de la lucha entre el bien y el mal en torno a la fe, San Bartolomé, el día 24 de agosto, liberaba a un diablo para que persiguiera a los niños que se habían portado mal. Los atrapaba de los pelos y se los llevaba a los tejados, mientras que a los de buen comportamiento, los agasajaba con regalos , especialmente a todos aquellos que profesaban fe al patrón y otros titulares eclesiásticos.
Desde 1996, un grupo de amigos pertenecientes a la agrupación de Protección Civil recuperó este hecho místico introduciendo la huida de la «Diablilla». Así, simbólicamente, niños y mayores fueron atrapados , recibiendo un tirón de pelos y siendo remojados por ella. Sin embargo, a quienes mostraron sus medallas de San Bartolomé, bendecidas por Antonio Jesús Morales , párroco local, se salvaron de la despiadada sacudida de la fiera, siendo recompensados con caramelos y golosinas.
Antonio Baltanás , presidente de la Asociación Amigos de la Diablilla, es el responsable de encarnar a tan fiero personaje. La edad empieza a pasar factura, cediendo el testigo a su vástago , que ayer saltó en rapel desde el campanario hasta la plaza de España, donde le esperaban inquieto, miles de vecinos y turistas, que ya no se pierden esta representación histórica. Terminada la ceremonia, padre e hijo se enfundan el traje para acechar a montoreños de todos los rincones de la ciudad. La fiesta de la «Diablilla», un importante reclamo turístico de la ciudad, culmina hoy, cuando San Bartolomé sale a la busca y captura del endiablado personaje. Escenifica este momento con un pisotón en el cuello de la criatura , encerrándola en las tenebrosas entrañas de la parroquia de San Bartolomé.
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