PRETÉRITO IMPERFECTO
Crónica de un ridículo
Un mandato con el ruido de la memoria histórica y el silencio administrativo tumba el postureo
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Iniciar sesiónEl caso del fallido cambio de nombre de la calle Cronista Rey Díaz es el perfecto epítome de lo que ha supuesto el tripartito de Ambrosio y García con la muleta de Ganemos. Un mandato entero con la memoria histórica en el ... centro de la agenda municipal y ahora resulta que no saben ni los trámites administrativos que tienen que seguir para cambiar las placas y mancillar a las familias de los destronados de la pared. La mezcla de desidia, incompetencia y soberbia sectaria que rodea al triunvirato acaba tumbada por el «silencio administrativo». Toda una paradoja. El estruendo y el ruido de la comisión, los dictámenes, las listas de nombres franquistas , los ensayos históricos sesgados, el postureo ideológico y las interpretaciones particulares de una ley... noqueado por el silencio. Porque en el fondo, lo que querían era hacerse una foto antes de las elecciones con las placas nuevas, y lo demás era una pesada carga sesuda para tan cortas luces. Y un buen granero de entretenimiento para los amiguetes. A poco que más familias de los nombres señalados este tiempo hubieran seguido el camino de los Rey Díaz, a estas horas estaríamos hablando, probablemente, de un auténtico ridículo en mayúsculas. Aunque aún puede que lleguemos a tiempo.
La representación legal de los Rey Díaz perdió el primer recurso ante el juez que pedía medidas cautelares para suspender provisionalmente el acuerdo de retirar la calle hasta tanto se analizasen por el togado sus argumentos: una inadecuada y torticera aplicación de la norma de memoria histórica sobre un personaje que no participó en el levantamiento y golpe de 1936 sino que era un funcionario municipal que tuvo que seguir en el sistema imperante, incluso con constancias documentales de su ayuda a represaliados. Denegado por el juez, optaron por recurrir por la vía administrativa en el Ayuntamiento el acuerdo adoptado en diciembre pasado. La Gerencia de Urbanismo debió contestarlo y, pasado el plazo legal, no lo ha hecho. Como indica la ley, hay «silencio administrativo positivo», por lo que se accede a la pretensión de los familiares del maestro y se anula el acuerdo para estirparlo del callejero...
Parece que Ambrosio ahora no quiere desmontar las placas de las calles que ella misma aprobó quitar hace más de tres meses. En su estadismo electoral habrá alguna variable que le diga que todos aquellos que han protestado y criticado esa decisión van a votarle «in extremis» por su compasiva acción. O a olvidarse de ello. Ese es el concepto que esta señora tiene de sus propios vecinos, y el sentido de la coherencia que planea sobre su intensa acción política. Al menos, en descargo del sobrado García habrá que reconocerle que ha conseguido lo que quería: la foto. En su desahogo siempre hubo más determinación que en el doble sentido de quien ostenta la vara de mando.
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