¿Qué es el CDR que usa Cosmos como combustible en su fábrica de Córdoba?

Para lograr esta temperatura hace falta energía. Mucha energía . De hecho, supone el 40 por ciento de los costes de producción de cemento. La mitad de esta energía es eléctrica : la necesaria para mover los molinos que procesan la materia prima. El otro 50 por ciento procede del combustible , la madre del cordero en el severo conflicto que incumbe al Ayuntamiento, la Junta, la oposición, la empresa, los trabajadores, los ecologistas y los vecinos. El Pleno dio el miércoles un paso más para iniciar el proceso urbanístico que afecta a Cosmos y la cementera contratacó el viernes programando una visita guiada para mostrar a la prensa los detalles del procedimiento de fabricación de su producto.

Los cambios del PGOU que quiere impulsar la Gerencia suponen la prohibición de llevar a cabo en el casco urbano la práctica que se conoce como valorización , que es el empleo de residuos urbanos como combustible. Actualmente, Cosmos, en virtud de las pertinentes licencias y autorizaciones ambientales, lleva unos diez meses valorizando un residuo muy concreto que se conoce como CDR . Son las siglas de Combustible Derivado de Residuos y, efectivamente, es basura. Pero no cualquier basura. Una basura tratada y con un potente poder calorífico.

A simple vista, el CDR se parece a las barreduras que recoge un trabajador de Sadeco en un día malo. Restos de papel, plástico y textiles que desprenden olor a vertedero, algo que no sorprende porque es precisamente de donde proceden. Pero no vale cualquier puñado de basura extraído del depósito: el CDR es un producto tratado que las empresas que lo usan como combustible adquieren a otras empresas especializadas en su fabricación. Entre otras cosas, antes de poder usarlo en un horno hay que retirar los materiales incompatibles , secarlo, afinarlo y triturarlo.

«Existe la creencia de que se nos paga por usar la basura de los vertederos, pero no es así», explica el director de la fábrica cordobesa de Cosmos, José de la Vega . De hecho, la cementera de obtiene el CDR de empresas de fuera de la provincia, porque no existe en Córdoba ninguna dedicada a este fin. Lo almacenan en dos camiones que cuentan con un sistema que permite medir y extraer la cantidad necesaria del residuo que entra en el horno a través de una tubería. El CDR supone sólo el 30 por ciento del combustible que pone en marcha el proceso de fabricación de clinker. La principal fuente sigue siendo el coque de petróleo .

Cosmos defiende las bondades del uso de residuos como combustible alternativo a todos los niveles imaginables. El beneficio, dice su director, no es sólo para la empresa, que reduce costes mediante este proceso. Además, contribuye a la conocida como « economía circular » evitando la acumulación de residuos y dándoles un uso. Este favor ecológico no lo ven de la misma manera, sin embargo, las organizaciones ecologistas. Un informe de Greenpeace esgrime que el CDR solo representa beneficios para las instalaciones industriales que lo usan y para las gestoras de residuos, ya que el propio proceso de elaboración de este compuesto es altamente demandante de energía .

Sin embargo, Cosmos defiende que sus emisiones contaminantes han disminuido notablemente desde que empezó a usar CDR en el horno de la cementera en lugar de sólo fuel. También han mejorado sus cuentas, admiten, avivadas por la recuperación del sector de la construcción y la consiguiente mayor demanda de cemento . No en vano es un método extendido en fábricas de toda Europa, lo que pone a Cosmos en una severa disyuntiva: su argumento para oponerse a la prohibición de valorizar residuos es que sin este proceso que permite abaratar costes será imposible para la empresa competir con otras de su sector a las que sí se les permite.