El PP denuncia que la alcaldesa de Torrecampo se vacunó de Covid con una dosis sobrante de un asilo

Según el relato del portavoz municipal del PP y anterior alcalde, Francisco del Castillo , el 12 de enero acudieron los sanitarios a vacunar a las personas que vivien la residencia, conforme al orden establecido por el Gobierno, y a los trabajadores .

Los viales vienen en paquetes de seis que se tienen que usar después de abrirse. No se pueden llevar a otro lugar. Y sobraron dos. Según el relato de los populares, Francisca Alamillo pidió vacunarse y los sanitarios le administraron la inmunoterapia , junto a otra persona que en ese momento no trabajaba en la residencia.

El PP ha criticado duramente su actitud, ya que se trata de una mujer menor de cuarenta años que no está en los grupos de riesgo establecidos. Es más, «hay una serie de trabajadoras que están de baja y a las que no se ha avisado para que se vacunen, como sería preceptivo», señala Castillo.

«El hogar del pensionista está enfrente de la residencia», afirmó el jefe de la oposición al hablar de que dos personas mayores podrían haberse vacunado en lugar de quien, a su juicio, no está entre los que tienen que recibir de forma prioritaria la inmunoterapia.

Este periódico ha intentado hablar con la alcaldesa de Torrecampo para que ofrezca su versión de los hechos, pero de momento no ha sido posible. Llama la atención que Torrecampo ahora mismo tiene una incidencia cero de coronavirus en los últimos catorce días y acumula en toda la pandemia 31 positivos.

La regidora prefirió horas después de no atender a ABC dar su versión en su perfil de Facebook y justificó que se la administrara la dosis porque visita mucho cada semana el asilo municipal del que es presidenta. Alamillo describe cómo en el momento de la vacunación a residentes y trabajadores faltaban dos empleadas.

«Al final, sobran dos vacunas y las enfermeras pidieron a la dirección del centro que llamara a dos personas pero que vengan en 30 segundos porque nos vamos. Ante esta situación y teniendo en cuenta que habían indicado que las personas de baja no se vacunan, la dirección del centro llama a la auxiliar que inicialmente estaba en el listado pero ahora no está prestando servicio en el centro y será la próxima auxiliar que se contrate y que no está de baja, y me llama a mí, como presidenta, puesto que acudo centro todas las semanas. Por lo tanto, la dosis que me ponen no le ha sido hurtada a ningún trabajador del centro y, por supuesto, a ningún residente ».