La crisis dispara un 25% el paro del sector turístico en Córdoba y deja sus contratos a menos de la mitad

Se pueda poner así el foco sobre tres de ellos: alojamiento ; servicio de comida y bebidas -encaja con la hostelería, vaya dirigida, como se ha reseñado, a público local, visitantes o ambos-; y actividades de agencias de viajes , operadores turísticos o servicios de reservas -estas últimas son minoritarios en número de parados respecto a las dos primeras-. Si se ven conjuntamente las cifras de estos tres segmentos de actividad, sus niveles de paro y de contratación son peores que los de la media de la capital durante la recesión.

A fecha de 31 de agosto, hay en la capital 5.002 parados que buscan empleo en uno de estos tres subsectores. Son, redondeando, un millar más que hace un año, lo que supone un alza del 25,5%. En el mismo periodo, esta lacra socioeconómica sufrió un aumento en el conjunto de la ciudad del 20,3%. Son cinco puntos menos.

Destaca el aumento del desempleo entre quienes se dedican al alojamiento. Al acabar el pasado mes, son 646. Esa cifra supera en un 30% a la registrada un año antes, fruto de la falta visitantes a Córdoba -el pasado mes, los turistas hoteleros sufrieron un hundimiento interanual del 62%-. Eso sí, el grueso de los parados se concentra en el servicio de comidas y bebidas, que sufrió un aumento menor, gracias a que sale adelante con el cliente cordobés, que, eso sí, tiene su bolsillo castigado. Actualmente, son 4.277. Son 839 más que hace un año (+24,4%). En cuanto a las personas sin trabajo en agencias de viajes u operadores turísticos , el aumento de esta lacra socioeconómica fue más fuerte. Se elevó un 58% y su cifra de parados se situó en los 79.

Y estos indicadores no arrojan toda la dimensión del impacto de la epidemia en el sector. Estos datos de paro registrado no incluyen a quienes trabajando en un hotel o un restaurante están en un ERTE , con un futuro laboral incierto. Además, estas actividades no recibirán este año el balón de oxígeno que suponen los contratos de la segunda temporada alta turística (septiembre y octubre), que la crisis del coronavirus ha enfermado de lleno.

El aumento del desempleo se ceba en el sector turístico, incluyendo en él siempre a la hostelería en general, en los más jóvenes. La cifra de parados de 20 a 24 años , los de menor experiencia laboral, se disparó un 76% en los últimos 365 días: de 228 se pasó a 401. Y el segundo alza más fuerte se dio entre los que se mueven entre los 25 y los 29. De 504 se saltó a 723 (+43,4%), con lo que es ya el colectivo más numeroso en el desempleo turístico -en 2019, era el segundo con más integrantes-.

Aunque las cifras son más que negativas en agosto, no son las peores. Desde que estalló esta nueva recesión , el mayor número de parados se dio con 5.288 en abril , periodo tradicionalmente bueno para el turismo local ya que pertenece a la principal temporada alta, pero que está vez se vio afectado de lleno por el confinamiento.

Si la lupa se pone en los contratos , el resultado estremece igual. Hoteles, bares, restaurantes o agencias de viajes de la capital firmaron de enero a agosto 12.713. Son 16.361 menos que en idéntico periodo de 2019. El desplome fue del 56,3%. En el conjunto de la economía de la capital, las vinculaciones laborales cayeron un 32,2%. Son 24 puntos menos. Los fuertes descensos afectaron a los contratos temporales de este sector, con una caída del 56,6% tras rubricarse 12.148, y a los fijos, que descendieron un 48,3% tras registrarse 565.

Como con el paro, el hundimiento es más acusado en alojamiento. En los ocho primeros meses del año, ha perdido 3.606 contratos respecto a idéntico periodo de 2019 y se quedó en 2.114. Eso implica un batacazo del 63%. La caída de las vinculaciones laborales de hoteles, hostales o pensiones se movió en ese mismo porcentaje en temporales e indefinidos, que se quedaron en sólo 34 frente a 93 del pasado ejercicio. El drástico recorte del flujo de viajeros se refleja en los hoteles u hostales abiertos. El INE estima que en agosto hubo 42 negocios de este tipo operativos en la capital. Hace un año eran 75.

También fue muy fuerte, aunque sensiblemente inferior, la bajada de los contratos para servicio de alimentos y bebidas . Hasta agosto, son 10.496, 12.624 menos que en los ocho primeros meses de 2019 (-54,6%). Levemente superior fue el descenso en los temporales (-55%). La caída en los indefinidos se quedó en el 46,8%, pero, como pasaba también antes de la crisis, su número fue claramente menor: 523. Y el segmento de las agencias de viajes u operadores turísticos se quedó en un centenar de vinculaciones. Esa cifra es inferior en un 56% a la de 2019. Estos negocios firmaron 95 contratos temporales, 124 menos (-56,6%), y ocho fijos, siete menos (-46,7%).