Ajustes y esperanzas del sector de la Cultura en tiempos de resistencia

Así se puede resumir la situación que ha quedado tras la entrada en vigor el pasado martes de la nueva orden de medidas anticovid de la Junta de Andalucía , en la que la cultura quedó fuera de la excepciones de establecimientos de primera necesidad. Aunque la situación no es la del primer estado de alarma, cuando los teatros o las salas de exposiciones cerraron de golpe, sí que es cierto que esta nueva situación ha obligado a tomar decisiones rápidas para reajustar horarios, cancelar no pocos eventos y, en algunas ocasiones, optar por el cierre, como ha ocurrido en el caso de los cines, de las proyecciones de la Filmoteca o la Mezquita-Catedral .

Desde el ámbito público, la concejal de Cultura del Ayuntamiento de Córdoba , Marián Aguilar , explica que ante esta nuevas restricciones se planteó un escenario complejo, que «ofrecía dos vías». «Una era la fácil y cómoda, y pasaba por aplazar o suspender todo, mientras que la otra consistía en trabajar para que la cultura en Córdoba no se pare y con el fin de reactivar en lo que sea posible la economía del sector cultural», explica la edil. Finalmente, y según sus propias palabras, optamos por «coger el toro por los cuernos, con compromiso, con momentos de estrés que los ha habido, pero teniendo claro que la Cultura no se puede parar en Córdoba y que nos toca aprender a convivir con este virus». A ello se une, según señala Aguilar, un esfuerzo creciente desde la Concejalía por aumentar la oferta cultural a través de diferentes emisiones online por las redes sociales y en diversas plataformas telemáticas.

Uno de los órganos municipales que tuvo que ponerse a la tarea de reubicar fechas y horarios, según explica la edil, fue el Instituto Municipal de Artes Escénicas (IMAE). En este caso, se han tenido que suspender funciones teatrales como la de «La fiesta del chivo», con Juan Echanove , o «La desnudez» , de la compañía de Daniel Abreu , mientras que espectáculos previstos como el que protagonizará Carmen Linares el sábado 21 ha cambiado de horario, lo mismo que ha ocurrido con las propuestas infantiles, que se han reubicado en la franja matinal. Las 12.00 y las 16.00 son ahora las horas fijadas para el desarrollo de los espectáculos, que mantienen las medidas de reducción de aforo y de prevención que obliga la normativa.

Los museos y salas de exposiciones públicas siguen también la misma línea. Por ejemplo, la céntrica Sala Vimcorsa , según explica su coordinador, Óscar Fernández, ha reorganizado sus horarios y ahora se ha quedado con apertura exclusivamente matinal, desde las 11.30 a las 14.30, mientras que el Centro Pepe Espaliú abre de 10.00 a 14.00. El aforo máximo de Vimcorsa , que los lunes cierra, es de 30 personas y los grupos se han reducido únicamente a centros escolares, con personas que pertenecen a la misma «burbuja». Fernández señala no obstante que los meses de septiembre y octubre han sido muy positivos en cuanto al número de visitantes, por lo que cree importante que se mantenga este servicio público dentro de la actual normativa.

En la misma línea, la Fundación Botí también ha mantenido su programación y esta misma semana ha abierto al público en su sede la muestra «En busca del tiempo perdido», de evocaciones «proustianas» y compuesta por un total de 19 creaciones de distintos artistas que reflexionan sobre la memoria y la muerte. La exposición puede visitarse hasta el 10 de enero con horarios de 10:00 a 18:00 de martes a sábado y de 10:00 a 14:00 los domingos y festivos.

La misma tónica se mantiene también en los espacios de la Junta de Andalucía, como es el caso del Museo Arqueológico , uno de los emblemas de la cultura cordobesa. En este caso, y según explica su directora, Lola Baena , se ha diseñado un horario diario de 09.00 a 18.00, un cierre que los domingos y festivos se adelanta a las 15.00. La responsable explica que las nuevas circunstancias obligan a una nueva relación con el público, pero recalca la importancia de mantener el museo abierto para los cordobeses que se quieran acercar a visitarlo.

Recuerda igualmente que se han tenido que reubicar las actividades de acuerdo con la norma vigente y que está haciendo un esfuerzo importante para volcar esas propuestas en las redes y emitirlas de forma telemática. Aparte de eso, explica que los trabajadores del Museo siguen su labor interna más allá de las hora de cierre, pues la norma lo permite, por lo que la labor científica, que es la menos visible pero vital para un centro de este tipo, se mantiene.

Más difícil es por último la situación para el sector cultural privado, que en Córdoba nunca ha sido muy amplio y que sufre las mismas penalidades que el comercio en su conjunto. Ana Rivas , propietaria de la librería de La República de las Letras, situada en la céntrica plaza de Chirinos , explica que tienen obligación como el resto del comercio de estar cerrados a las 18.00, por lo que han decidido trabajar con horario continúo desde las nueve de la mañana. «La clientela no está acostumbrada a estos horarios», explica Rivas , que también señala que en la aplicación de la normativa ha habido mucha confusión, pues al principio de la semana cundió la idea de que estos establecimientos podían abrir en su horario habitual.

«Las ventas han bajado, pues hay menos gente en la calle y se reservan», concluye esta librera, que considera que la apertura del pequeño comercio en sus horarios habituales tendrían escasa incidencia en los contagios pues ahí no existen aglomeraciones importantes.

Drástica por último ha sido la decisión de otros espacios emblemáticos de la cultura popular como son los multicines, que mantienen cerradas sus puertas al entender que las medidas actuales decretadas por la Junta son «incompatibles» con la apertura de sus centros de proyección. Mk2 Cinesur , propietaria de El Tablero , informa a los usarios en ese sentido y, según explican, han puesto en marcha sistemas para devolver el dinero a las personas que había reservado entradas «on line» con días de antelación. La fecha de reapertura queda sujeta a nuevos decretos.

Tampoco la Filmoteca de Andalucía compensa esta situación, pues también mantiene clausuradas las proyecciones, aunque se siga trabajando en la investigación y conservación. La resistencia de los cinéfilos se centra por ello en sus propios domicilios y en las plataformas digitales, que cada vez van cobrando una mayor importancia en la difusión de los nuevos estrenos.